Ya empezó la carrera

Esto se mueve, que diría el otro. Hierven los mentideros políticos en la capital del reino y sus ecos nos llegan hasta aquí pues, salvo decisión de M. Rajoy, en “las Galias” tendremos a la vuelta de la esquina elecciones  autonómicas y locales. 
Por eso aparece ahora el Ciudadanos, conocido por sus pasadas declaraciones criticando el dinero gastado en el AVE a Galicia y su reconocido españolismo crítico con las autonomías. 
Pero lo importante está en Madrid: arde Podemos con la lucha por el poder y el PSOE, que no debe tener fondo de armario, ofreció a Carmena la candidatura a la alcaldía de Madrid. 
Añadan: Cifuentes lleva al fiscal las cuentas de la Ciudad de la Justicia, obra muy querida de Esperanza Aguirre, y hay controversia entre Montoro y la Guardia Civil. Es la guerra. 
Y en Madrid, en Moncloa o en “las afueras”, ¿qué hacen, qué dicen los que mandan? La respuesta la tiene Josep Ramoneda: “En España la política está de vacaciones, la política la marca el Poder Judicial y el Gobierno, sin voz propia, se limita a acompañar la acción de la justicia y por otro vive en la más estricta politiquería”.
El tribunal alemán pide nuevas pruebas y la Fiscalía belga también pide más datos a España que ha perdido peso y voz en Europa. 
Curiosamente el Partido Popular, que durante tantos años (la etapa de Aznar es un buen ejemplo) se retroalimentó del “caso catalán”, por un lado, como ayuda a conseguir el gobierno y, por otro, M.Rajoy, campaña contra el Estatuto catalán, boicot a los productos catalanes y, en general, una política de centralización –política que abrazaron con fervor sus ministros Ruiz-Gallardón y Wert, el primero con una ley revisaba la ley del aborto y el segundo en su afán de españolizar a los niños catalanes.
Así las cosas, con el “procés” sobre el caso Cristina Cifuentes, los titubeos de Ciudadanos y las luchas en la izquierda; con las dudas del Partido Nacionalista Vasco y los acuerdos entre los presidentes de las comunidades autónomas de Galicia y Castilla y León, para pedir igualdad de trato, aquí separados por el telón de grelos, entre Madrid, que juega en casa, y la Xunta han decidido el futuro de la fachada atlántica de A Coruña, aquello que era por nuestro bien y bien que sabemos que estas cosas acaban con un pelotazo y, también conocemos quienes tienen la pelota y al árbitro. 
¿A quién votamos y quién hai que botalo?

Ya empezó la carrera

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