Compostela turística

La consolidación de Vilagarcía como destino turístico está todavía lejos, al menos si hacemos comparaciones con otros lugares de la comarca que todos tenemos en mente. Nadie duda de su atractivo y del enorme potencial de esta ciudad, pero quedan muchas cosas por hacer, tantas que tendrían que ir aparejadas de programas específicos que conlleven una mayor oferta hotelera.
A nadie se le escapa que lo ideal sería mantener una afluencia de visitantes estable a lo largo de todo el año con los lógicos picos del verano o Semana Santa, pero los datos indican que, pese a recibir turistas, las cifras no permiten consolidar una industria que favorezca el empleo y la diversidad a la hora de generar valor añadido.

Casi todos coincidimos en que el sol y playa no es la mejor de las soluciones, pero ello no implica que Vilagarcía no deba prestarle atención. De hecho, las banderas azules de O Preguntoiro y Bamio así lo corroboran, pero falta la guinda en el pastel, que no es otra que la de la Compostela.
Este arenal, prácticamente urbano, tendría que ser por sí mismo un reclamo, un foco de atracción de visitantes que por diversas razones no lo está siendo. Tenemos encima de la mesa el eterno debate sobre el aprovechamiento marisquero y turístico de la playa y a estas alturas nadie coge el toro por los cuernos para establecer pautas y prioridades a través de estudios serios y rigurosos que marquen unas directrices para que los políticos tomen decisiones en función del compromiso adquirido al respecto con la ciudadanía.

La mayoría quiere que A Concha-Compostela sea una referencia, la postal playera de Vilagarcía y ahí es donde deben incidir los políticos mojándose los pies. Esta es una cuestión estratégica para la ciudad y es necesario que actúen de una vez por todas en un sentido o en otro, teniendo en cuenta todos los intereses y la necesidad obligada del consenso, ya que tampoco se puede echar por tierra la actividad económica que genera.
La consecución de más visitantes traería consigo una demanda de alojamiento y ese sería el detonante para que de una vez por todas se levante ese hotel de calidad y con muchas estrellas que la mayoría de los vilagarcianos quiere. Otro debate sería el de la ubicación, pero lo importante, lo relevante de verdad es que la industria hotelera pusiera su punto de mira en Arousa y apostara por ella para invertir, invertir de verdad.