Elecciones con el voto atomizado

A menos de cuatro meses para las elecciones municipales los partidos políticos están inmersos en una actividad frenética. Los que ya tienen alcaldable respiran tranquilos y centran sus energías en confeccionar el resto de la candidatura, una misión harto difícil en muchos casos. Quitando a los que se mueven por vocación, a los que buscan una ocupación remunerada y a los que aceptan por compromiso o amistad, lo cierto es que el ciudadano de a pie poco o nada quiere saber de los partidos y mucho menos aún formar parte de una lista electoral.
Aún así, todo apunta a que en esta cita tendremos más aspirantes que nunca y que en muchos municipios habrá varias candidaturas de todas las idelologías tanto por la derecha como por la izquierda y, por supuesto por el centro equidistante. En el caso de Sanxenxo, por poner un ejemplo, todo indica que concurrirán siete u ocho formaciones, a saber; PP, PSOE, BNG, SAL, C`s, XxS y una o dos confluencias procedentes de las mareas.
De este modo, habría ocho aspirantes a la Alcaldía, que irían acompañados cada uno en la lista electoral por otras 16 personas. Una simple operación matemática no sitúa en 136 candidatos y candidatas, a los que habría que sumar tres suplentes por agrupación, lo que nos daría un total de 160 posibilidades para sentarse en el salón de plenos.
Si tenemos en cuenta que la población de Sanxenxo a día de hoy es de 17.400 habitantes se deduce que un porcentaje elevado de sus vecinos mayores de edad formarán parte de una candidatura. Llegados a este punto casi es mejor retirar la etiqueta de conservador o progresista a cada uno porque al fin y a la postre será difícil que consigan personas que comulguen con toda la ideología, de modo que prácticamente todos ellos serían partidos denominados “atrapalotodo”.
Hay que reconocer que a estas alturas la mayoría tiene los deberes hechos y solo en las confluencias, donde el debate es más intenso y participativo, se busca la fórmula para que los candidatos propuestos sean aceptados por las bases y haya unidad de acción. Aún así, todo apunta a que llegarán más que a tiempo para dar a conocer su programa electoral y las caras que lo desarrollarían.
Lo que sí parece claro es que, a tenor de todas las candidaturas que se presentan, porque Sanxenxo es solo un ejemplo más, el voto atomizado será el gran protagonista de las elecciones que se avecinan y esta fragmentación hará que el resultado final sea imprevisible.

Elecciones con el voto atomizado

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