“Enfariñados”

a serie televisiva “Fariña”, basada en el libro del mismo nombre escrito por el periodista Nacho Carretero, acapara tertulias y un interés mediático sobre lo acontecido en esa época en Arousa que invita a la reflexión. Las aventuras en las que contrabandistas y narcotraficantes campaban a sus anchas por la Ría ya se han quedado muy atrás. Nos ha costado mucho quitarnos de encima el estereotipo de que poco menos que todos los arousanos teníamos algo que ver con ese negocio ilícito, malsano, cruel y asesino que se llevó la vida de cientos de jóvenes de esta comarca.
Cierto, no se puede ocultar la realidad. Lo que se cuenta sucedió y no nos queda otra que asumirlo con todas sus consecuencias, pero no estaría de más que también quedase reflejado el trabajo de la gente honrada, esa que cada mañana madruga para ganarse el pan en el mar, mariscando, pescando, en la conservera, encima de un andamio, en la oficina, detrás de un mostrador, debajo de una viña, sudando en un invernadero...
Todas estas personas conforman la mayoría de la población y sin embargo quedan en el más absoluto de los anonimatos, víctimas de la condena social que trata a justos por pecadores, precisamente por invisibilidad.
Imagino que a medida que avance la serie aparecerán personajes clave en la lucha contra esta lacra social y que han sido determinantes para acabar con la impunidad con la que parecían contar los grandes capos de la droga. Fueron los vecinos de Arousa, encabezados por las madres coraje, los que hicieron frente a los narcotraficantes, los que se jugaban el pellejo en cada movilización sin escolta policial y los que llamaban la atención de la existencia de un problema social de grandes dimensiones que decapitó la ilusión y la esperanza de vida de toda una generación. La serie, todo un éxito de audiencia, aderezada por la última detención de Sito Miñanco, ha vuelto a poner de relieve esta realidad pasada y ahora programas de todo tipo se afanan en revivirla al pairo de un capítulo de nuestra historia del que ningún arousano de bien se siente orgulloso.
La actualidad manda, qué les voy a decir yo sobre esto, y hasta cierto punto parece lógico que se recuerde el contexto que inspiró el libro y auspició la serie, siempre y cuando se refleje también la otra realidad, la de la mayoría de la gente que vivió esa época fuera de los focos. Arousa es una comarca trabajadora que conoce a la perfección las consecuencias del tráfico de drogas y que durante las últimas décadas se ha esforzado en ofrecer una imagen diferente, la de un pueblo emprendedor que tiene ansias por prosperar y que es la primera en condenar cualquier tipo de organización criminal, especialmente si está relacionada con las drogas.
La simple generalidad da pie al estereotipo y de ahí tan solo queda un paso para que nos vean “enfariñados” de por vida, cuando la verdad es que hace ya mucho tiempo que sacudimos la suciedad de un traje que limpia sus lamparones periódicamente en la tintorería.

“Enfariñados”

Te puede interesar