Un gancho de izquierdas a la foto de Colón

a famosa foto de Colón simbolizó, aunque ellos no querían, la unión de todo el centro derecha con la ultraderecha más radical. Ninguno buscaba protagonismo en esa imagen, pero todos sucumbieron a la ambición del teleobjetivo y esa instantánea, mil veces reproducida, agudizó el miedo de muchas personas que, progresistas o no, optaron por apabullar las urnas con votos en una jornada electoral que pasará a la historia por su elevada participación.
El panorama político actual hace muy difìcil que alguno pueda alcanzar la mayoría absoluta por lo que los 123 diputados del Partido Socialista suponen una victoria sin paliativos, aunque destaca, sobre todo, el batacazo del PP que ve reducida su representación a 66 parlamentarios en los peores resultados desde su fundación. Pero lo peor no es eso, lo que más debe preocupar a los populares es que Ciudadanos, pese a quedarse por detrás con 57 actas, se sitúa a un solo punto del partido de la gaviota. Unidos Podemos pagó la consideración del voto útil de quien no es militante, mientras que el BNG, pese a mejorar en mucho sus resultados vuelve a quedarse fuera de las Cortes. El voto gallego a Vox, aunque fue considerable, dejó al partido de Santiago Abascal muy lejos de obtener representación.
En clave comarcal se puede hablar en los mismos términos. Es decir, un retroceso sintomático de los populares y un crecimiento exponencial de los socialistas. Aún con los votos calientes en las urnas, una primera reflexión apunta a que la estrepitosa caída del PP en O Salnés, uno de sus bastiones históricos, se debe a una estrategia equivocada impuesta desde Génova. La campaña de la negación y de querer para sí los votos de la ultraderecha radicalizando el discurso no caló en un electorado conservador que se vio en la tesitura tener tres papeletas diferentes con el mismo mensaje.
El varapalo popular ha sido tremendo y en términos pugilísticos podría decirse que está en la lona después de recibir un gancho de izquierdas por parte del PSOE, que tiene la oportunidad de acabar con la hegemonía azul en los concellos pequeños y medianos el próximo 26 de mayo.
De todos modos, no se puede subestimar la fortaleza del PP, que todavía puede retomar aire en la cuenta atrás para levantarse y volver a la arena política con opciones de luchar por la victoria, toda vez que el contexto de las municipales será distinto al no tener que justificar ninguna foto en Colón ni compartir, en muchas localidades, espacio electoral con otras fuerzas del centro y de la derecha.
Y si así fuese quizá veamos por primera vez en mucho tiempo al PP gobernando en coalición o sin mayorías absolutas a través de pactos con otras fuerzas porque a la vista está que el panorama político está cambiando y no sería de extrañar ver como las corporaciones futuras se llenan de concejales de diferentes partidos y sensibilidades.
Tiempo habrá para pensar y analizar todas estas cuestiones. Ahora a unos les toca lamerse las heridas y a otros celebrar la gesta. Y es que el gancho de izquierdas a la foto de Colón es de los que se recordará en las barberías cuando pase el tiempo.

Un gancho de izquierdas a la foto de Colón

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