Justa reivindicación cambadesa

l Concello de Cambados emprendió una campaña a nivel institucional, social y empresarial para reivindicar la sede del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Rías Baixas para que este organismo de referencia se sitúe en la capital del albariño, donde debería estar desde un principio. Cuando se abordó el traslado de la vieja sede situada en Salcedo, Cambados disponía ya del Pazo de Torrado para acomodar oficinas y demás servicios, pero entre la Xunta, Diputación y los vocales electos del propio Consello Regulador se decidió algo inaudito como fue fijar el centro de referencia del vino albariño con DO Rías Baixas en Pontevedra, un municipio que no pertenece a la denominación y que se está beneficiando de todo el valor añadido que genera un sector que tiene en el mercado internacional uno de sus puntos fuertes.
La estrategia cambadesa parece adecuada y ahora solo falta aguardar por los resultados. La clave es acertar en la forma de transmitir el mensaje y establecer un diálogo fluido y sin demasiadas urgencias para conseguir el objetivo.
La propuesta parte de Somos Cambados, pero eso es lo de menos cuando se trata de una reivindicación justa para subsanar un error histórico. De momento, los municipios de la comarca apoyan la iniciativa, que también se someterá a debate en los plenos de la Mancomunidade do Salnés y del Parlamento de Galicia.
Cualquier atisbo de éxito pasa por la complicidad de bodegueros y viticultores. En principio todo parece indicar que la mayoría estará de acuerdo en tener la sede del Consello Regulador en Cambados, no en vano el 65 por ciento de las industrias y de los productores pertenece a la subzona de O Salnés, algo que no se tuvo demasiado en cuenta cuando se optó por el Pazo de Mugartegui como si el de Torrado o muchos otros que hay en la capital albariñense no tuviesen el caché suficiente para los que decidían por aquel entonces.
Se habló en su día de que Pontevedra era un lugar intermedio para todo el sector, pero se obvió que en todas las DO de España el centro de referencia siempre está en un lugar con relación directa con la gente que siembra, vendimia, elabora el vino y lo comercializa.
La sensación que tenía entonces y que mantengo ahora es que primó más el interés de algunos dirigentes que el del conjunto, por lo que se buscaron excusas y argumentos que se caen por su propio peso cuando se decantan por una ciudad sin relación con quien representa.
Los que defienden la continuidad de la sede en Pontevedra dispondrán de mil explicaciones para sostener algo que según mi punto de vista no tiene lógica porque cuando se habla de albariño a uno se le viene Cambados a la cabeza y, de hecho, todas las misiones inversas que se organizan acaban con visitas a los viñedos y bodegas que, precisamente, no se encuentran en el lugar donde está la sede, o sea, una incongruencia.
Habrá que tener paciencia y eficacia en la gestión para que Cambados ocupe el lugar que le corresponde como capital del albariño, tanto a nivel profesional, social e institucional y para ello es imprescindible contar con la sede oficial del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Rías Baixas.
A ello!

Justa reivindicación cambadesa

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