Presupuestos con derechos de autor

La negociación de los presupuestos centra buena parte de la actividad política en Vilagarcía. El gobierno local del PSOE en minoría necesita al menos tres apoyos para poder sacar adelante su propuesta y a día de hoy, a tenor de las manifestaciones públicas de unos y de otros, parece que no los tiene garantizados. Lo mismo le sucedió en su primer año de mandato, pero no tuvieron problema para aprobar la cuenta general en una Xunta de Goberno, gracias a que la ley de Montoro así se lo permitía al estar sometido a un plan de ajuste, hoy ya zanjado.
La cesión de sus pretensiones iniciales y la inclusión de propuestas de otros grupos permitió que sus segundos presupuestos fuesen aprobados en el Pleno con los votos de los nacionalistas del BNG y del entonces concejal díscolo de EU y ahora expulsado del partido izquierdista.
Los socialistas afrontan ahora su tercera negociación que se encuentra más o menos en el mismo punto que la primera y con pocos visos de salir adelante toda vez que Somos no pasa por el aro, con el PP discrepan en casi todo y con el BNG la situación ya no es tan cómoda y fluida como antes, toda vez que el Bloque exige visibilidad, protagonismo e inversiones concretas. Después está Esquerda Unida, con quien parece difícil el acuerdo, y el otro edil que se queda en un segundo e irrelevante plano si los otros grupos no mueven ficha.
Hasta ahora el PSOE ha tenido la capacidad de sacar adelante todos los proyectos que consideraba estratégicos para la ciudad negociando con el resto de las fuerzas políticas y se encuentra ahora en un contexto diferente, pero no insalvable, ya que hasta el mes de marzo, fecha en la que se celebraría el Pleno extraordinario sobre los presupuestos, todavía queda tiempo para alcanzar acuerdos y obtener los apoyos que precisa.
Ese sería el mejor de los escenarios, pero de no darse esta circunstancia, el gobierno local tendría la posibilidad de prorrogar los presupuestos actuales, una idea que no gusta nada en el seno de Ravella, por lo que todo apuntaría entonces a una moción de confianza supeditada al sí a las cuentas del Partido Socialista.
Otras ciudades han recurrido ya a este sistema y Vilagarcía también podría hacerlo al ser un ayuntamiento de más de veinte mil habitantes y no estar sujeto a un plan de ajuste. Habrá que esperar, pues, al devenir de las negociaciones, pero lo que parece claro ahora, a poco más de un año de las próximas elecciones municipales, es que ningún partido está dispuesto a firmar un cheque en blanco para que el beneficio lo puedan cobrar otros, porque en este momento de la película todos quieren para sí derechos de autor.

Presupuestos con derechos de autor

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