Un valor en alza

os resultados de las elecciones municipales en Vilagarcía son incontestables. La holgada mayoría absoluta permitirá al equipo de Alberto Varela defender su proyecto sin más preoupación que la de mantener el sentido común. Han pasado pocas horas desde este histórico triunfo socialista en la capital arousana y, pese a la alegría lógica de quien se desvive por las siglas del partido del puño y la rosa, no se ve levitando a ninguno de ellos a la espera de recibir una corona, lo cual es un indicativo de trabajo.


A toro pasado se puede decir que este resultado no ha sorprendido a muchos, pese a que era poco menos que impensable vaticinarlo a priori. Alberto Varela accedió a la Alcaldía de Vilagarcía hace cuatro años en un momento en el que el candidato del PP por aquel entonces no gozaba del mejor índice de popularidad entre los vilagarcianos y con una evidente división interna de su formación. Los socialistas aprovecharon esta circunstancia para aportar aire fresco a la política local y mostrar su cartel electoral por todas las esquinas. Presencia y más presencia de un aspirante que supo aprovechar los deméritos de su contrincante para acceder al salón noble de Ravella.


Bastaron cuatro años de mandato para que los vilagarcianos se viesen representados en Alberto Varela y lo considerasen un líder fiable. Supo rodearse de un equipo solvente y dejar un legado palpable y medible de su gestión que los votantes resolvieron en una ecuación que lo ha llevado al éxito más absoluto.


Los populares, por su parte, con un recién aterrizado en la arena política como Alfonso Gallego, fueron incapaces de transmitir ilusión al electorado con una alternativa creíble ante un Alberto Varela que fue de menos a más durante la campaña hasta que al final ensombreció al resto de partidos, tanto de izquierda como de la derecha.


El PSOE captó votos de todas las ideologías y esta decisión del electorado afectó de forma notable a los que se sitúan más a la izquierda. Marea da Vila se estrenará en la Corporación con María de la O Fernández y en Común también tendrá una silla reservada para Jesús López, que se sentará solo en el salón de sesiones con una sensación de derrota al ser incapaz de transmitir su mensaje de forma efectiva. En el análisis de ambas formaciones seguro que flota en el aire la retransmisión pública de sus discrepancias y la definitiva ruptura que dividió a su electorado natural y que propició fugas hacia ya se sabe donde.


Ciudadanos abre el abanico del centro derecha de la capital arousana, que vive unas horas de intensa reflexión interna que podrían derivar en cambios sustanciales antes de las vacaciones estivales. La caída del PP ha sido generalizada en toda la comarca de O Salnés con las excepciones de Vilanova y Sanxenxo. Por tanto, no les queda otra que actualizar el mensaje, apostar por nuevos proyectos y tratar de localizar a quien quiere dinamitar la casa desde dentro. Todo lo demás sería perder una carrera que solo beneficia a quien tiene un valor en alza y ese no es otro que el PSOE con Alberto Varela, el gran triunfador de la familia socialista en la provincia, con el permiso de Abel Caballero, que juega en otra liga

Un valor en alza

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