Con plan o sin plan

Ya hemos confirmado lo que sabíamos: que Rajoy no va a ser investido presidente. Ahora lo que queda por saber es si Sánchez va a presentar un plan alternativo, es decir, si se va a tirar a la piscina intentando ser él el candidato y, por tanto, presentándose a una sesión de investidura en octubre. Si no es así lo mejor es que lo diga cuanto antes y que se convoquen las terceras elecciones porque resulta agotadora es esta función de teatro que no se acaba nunca.
La cuestión es: ¿Se atreverá Sánchez a formar gobierno con Podemos y con los partidos nacionalistas o intentará como le ha pedido una plataforma de intelectuales que el intento lo haga con Podemos y Ciudadanos?. No hay más combinaciones posibles y es de suponer que Sánchez tiene algún plan alternativo además de repetir que “no” es “no” a Rajoy. Otra cuestión: ¿Le permitirá el PSOE que pacte con Podemos? ¿Harán la vista gorda ante un acuerdo con los nacionalistas? El acuerdo con los nacionalistas puede ser “pasivo” o “activo”, es decir, que le voten a favor o se abstengan, pero ambas opciones tienen un precio y todos sabemos cual es.
Por tanto, solo queda por saber cuál es el pan o el antiplan de Sánchez. YLos políticos tienen que ofrecer soluciones, no basta con hacer un diagnostico, aunque sea tan certero como el que hizo Sánchez sobre los años de Gobierno de Rajoy. La enfermedad que padecemos ya la sabemos, ahora hace falta que nos digan cuál es la cura. Eso sí por más que Sánchez y los suyos protesten diciendo que si hay terceras elecciones la culpa será de Rajoy, para la inmensa mayoría de la opinión pública la responsabilidad será del PSOE.