LA “REFORMADA” PLAZA DE ESPAÑA

Denunciaba yo, hace solamente unos días, el estado calamitoso y vergonzoso de la reformada Plaza de España, refiriéndome concretamente al “jardín” de la misma, donde los parterres se convierten en auténticos charcos, a poco que llueva un poco, al estar la superficie de los mismos en forma cóncava. No sé qué dificultad habría o han encontrado para no hacer estos convexos, es decir, como pequeños montículos para que el agua discurra hacia los laterales y no se formen esos vergonzosos charcos.
Han transcurrido, como digo, solo unos días desde mi comentario y este pasado viernes me encuentro con un espectáculo digno de una estampa africana cuando en los documentales se ve a las mujeres machacando el cereal con unos troncos para molerlo. Pues una estampa igualita. Me encuentro con unas mujeres armadas con unas varas haciendo, o tratando de hacer,  unos agujeros sobre los charcos para ver si se drenaba el agua. Como era de esperar no lo han conseguido porque el suelo de ese “jardín” está mal hecho y no drena por mucho que se haga. Pero además, entiendo que la reforma se haría pensando en eliminar los charcos que se hacían antes y que impedían el paso de los viandantes. ¡Pues no!, seguimos igual. Estos pasados días, era imposible pasar por  los pasillos de la parte norte porque estaban totalmente anegados. Naturalmente la pregunta surge por si sola: ¿Es tan difícil rellenar con más tierra estos parterres, plantar nuevo césped y protegerlos a su alrededor con un bordillo para evitar el paso de los peatones sobre ellos  e igualmente evitar esos charcos, hoy convertidos en una “lameira”?
Yo, evidentemente, no soy técnico en estos menesteres pero viendo los resultados y viendo el  “espectáculo africano” no sé si reírme o, por el contrario, llorar de pena al ver como se malgastan los dineros de nuestros sufridos impuestos para hacer una chapuza incalificable.
Sr. Varela: Usted, que creo que pasa todos los días por delante de ese “jardín”, ¿No se sonroja al ver el estado del mismo cuando hace solo unos meses que se ha hecho?. Los vilagarcianos nos preguntamos ¿Cómo no se acomete de inmediato una reparación para resolver los problemas viendo que el resultado de la reforma ha sido un fiasco?
De igual manera, decía yo que la fuente de El Castro lleva meses sin funcionar porque “el vaso pierde agua”. Como consecuencia de ello, el vaso está vacío y sirve de almacén para cajas y cajones de los vendedores ambulantes de los martes y los sábados. De tal suerte surge una nueva pregunta: Sr. Varela: ¿Se ha preocupado alguien del Concello para que se den las órdenes, a quien corresponda, para efectuar las reparaciones oportunas y la fuente cumpla con el cometido para el cual fue reparada?. Son cosas tan sencillas y, al mismo tiempo tan pueriles, que no es de recibo ver estos espectáculos tan miserables en una ciudad que se ha quedado estancada con actuaciones nefastas pero con un enorme gasto económico.
Sinceramente Sr. Varela: creo que los vilagarcianos nos merecemos algo más y deben dejarse a un lado las diatribas y acusaciones  políticas y, por el contrario, preocuparse más por la ciudad, por sus ciudadanos y el bienestar de los mismos.

LA “REFORMADA” PLAZA DE ESPAÑA

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