Esta Vilagarcía nuestra (2)

Pero ¿Y qué pasa con la fuente del Castro?... ¿Cree usted Sr. Varela  que se puede decir, después del costo que ha supuesto su reparación, que no se puede poner en funcionamiento “porque el vaso pierde agua”?... ¿Es que no se puede reparar simplemente porque pierde agua?,. No obstante sí que sirve para una cosa buena (?)… ¡Como almacén! Allí se amontonan las cajas de los vendedores ambulantes de los martes y los sábados  y las luces interiores ¡ están rotas o ya han desaparecido ¡. Por favor Sr. Varela, seamos serios, cuidemos lo poco que nos queda en este pueblo sin luz.
No hace mucho tiempo, concretamente el 28 de agosto del cte. año, leía yo en el Diario de Arousa el siguiente enunciado: “Ravella anuncia una ordenanza de publicidad para poner fin al desfase de carteles en las calles”. Pues como tampoco soy técnico en estos menesteres y, dado el tiempo transcurrido desde Agosto, estimo que  debe ser de una dificultad tremenda y extrema proceder a la redacción de una ordenanza que castigue la colocación de anuncios en farolas de alumbrado, escaparates de comercios cerrados, caños de bajada de pluviales, papeleras  y donde le apetezca al anunciante sin el más mínimo recato. Mire usted… Sr. Varela, que me he quejado en multitud de escritos sobre este particular en este mismo Diario y seguimos exactamente igual. Se convierte a Vilagarcía en un auténtico basurero y los que tienen poder para solucionarlo de un plumazo, como son ustedes, ¡ni caso!. Ya nos hemos acostumbrado tanto a verlos  que nos parecen un “adorno” y una cosa natural (Que no ocurre en nuestros pueblos vecinos). Si hablamos de las fecales de los perros ya es mejor callarse. Cierto es que muchos propietarios se han concienciado en este asunto y recogen los excrementos, pero como siempre hay el desaprensivo, el incivil  que le importa un bledo dejar allí  “el pastel de su perrito o perrazo”; pues esto ocurre porque no hay tampoco ninguna ordenanza que multe, sin piedad alguna, al que deje en el suelo la “marca” de su paseo con su noble animal Claro, ahora comprendo por qué me dicen que estamos en “Vilacagancia”.
Si hablamos del “jardín de Ravella”, es mejor no volver sobre este tema y, por razones de espacio, lo voy a dejar para otra ocasión aprovechando también para hablar del jardín de la Playa de Compostela.
Por cierto: A principios de año, hablaban de que iban a colocar el Obelisco en la calle Alcalde Rey Daviña, en el mes de Febrero ya pasado, pues había que sacarlo de donde lo quería poner el Sr. Fole, es decir, en la Plaza de Galicia, por expresa petición de la Asociación Pola Defensa do Patrimonio de Vilagarcía. Claro, como todos se creyeron en esa santa casa, llamada Concello,  que era cosa del PP, había que borrarlo del mapa como si fuera una enfermedad contagiosa. Pues mire usted: estamos ansiosos de ver como  lo colocan caprichosamente y políticamente en esa calle pues al menos, en vez de llorar al verle allí, tendremos en esta “Vilagarcía nuestra” una cosa buena para reírnos a carcajadas  del disparate que ustedes pretenden realizar. 
Después de lo comentado en estos dos días no me queda más remedio que felicitarles y darles, por tanto  la enhorabuena, por sus nunca bien pagados desvelos por nuestro pueblo.
 

Esta Vilagarcía nuestra (2)

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