Democracia real ahora o nunca

Rajoy se largó antes de resolverse el conflicto en el PP, y Feijóo encalló en Galicia, no dio la batalla porque no lo vio claro al comprobar la fuerte rivalidad con siete candidatos a presidir el PP , y no encontró los mimbres para tejer un partido conservador que esté a la altura democrática como en otros países, además el congreso está dirigido por los que consintieron la corrupción. Un lastre demasiado pesado como para hacer la remontada con el otro partido pisándole los talones como es Ciudadanos, que como dice el refrán, la escoba nueva barre de todo. Los principales espadas del partido han sido cómplices por acción, u omisión, de la corrupción del PP. Aunque también la hubo en otros partidos, ahora ya sabemos por resoluciones judiciales la corrupción que pesa sobre el PP.  
En esta nueva etapa, los partidos tienen la obligación de regenerarse democráticamente y llevarla a las  instituciones tan depauperadas por falta de credibilidad ante la opinión pública. Ahora tienen la oportunidad de sacudirse de corruptos y poner al frente de las instituciones gente cívica, honesta con capacidad y mérito, no como hasta ahora que los partidos fueron colocándose de forma piramidal sus afines con apariencia de democracia en diferido y otras tretas para engañarnos. Siempre habrá corruptos, pero el mérito está en evitar que sean los mínimos y largarlos de inmediato y que paguen las consecuencias.  
Cospedal, que como ella misma presume de dar la cara por los compañeros corruptos  hasta que han sido descubiertos, no creo que sea la más idónea para regenerar el PP.  
En el pasado los dos grandes partidos PSOE y PP  han sido los responsables de promover la corrupción recaudando fondos a cambio de adjudicar obras y servicios a cambio de mordidas para financiar los partidos, y de  los recaudadores tal como quedó demostrado judicialmente.
El PSOE ahora en el Gobierno del Estado tiene la ocasión de dar ejemplo y adecentar las instituciones con gente decente. Y los demás partidos lo mismo para no dar vergüenza. Es necesario una nueva ley de financiación de los partidos, I+D para mejorar los servicios de las administraciones públicas, y reformarlas, nueva ley electoral con listas abiertas, nueva ley de régimen local donde la oposición esté presente en la comisión de gobierno para fiscalizar a los  gobierno sectarios que la ley actual ampara, y así a evitar la corrupción  en los ayuntamientos.

Democracia real ahora o nunca

Te puede interesar