El egoísmo no es democrático

El desarrollo de España no solo se debe a los nativos de un determinado territorio, se debe a los distintos reinos que se unieron para constituir el Estado español así como los distintos gobiernos que tuvieron a bien manejar los recursos económicos, materiales y humanos, en zonas estratégicas como Cataluña, País Vasco y Madrid, como podían haberlo hecho en cualquier otra parte de España. Pero los méritos son de todos los demás españoles sometidos, unos más que otros, y menos los de los territorios de Cataluña y País Vasco, por eso hubo y hay  emigración del resto a esos dos territorios de España más desarrollados. No por eso se debe creer que sus gentes son mejores que el resto.   
En cuanto a las características para ser nación una comunidad tiene que poseer, lengua, costumbres y territorio. Están reconocidas en nuestra Constitución de 1978. Pero no hay que olvidarse que fueron los reinos los que crearon el Estado español y Cataluña no era reino, era condado que dependía del Reino de Aragón, para que no nos cuentes la historia al revés. 
A lo largo de este tiempo se conservaron las cuatro lenguas, y ambas son oficiales como en Suiza y no pasa nada, mientras que aquí son utilizadas por los políticos para atacarse mutuamente al carecer de otras virtudes. Lo mismo  hacen con la educación, la sanidad, la justicia que cada gobierno utiliza torticeramente a su favor. Y así seguirá  mientras no se doten de formación cívica para trabajar con visión de Estado. Por eso, de esos polvos vienen estos lodos, con las consiguientes consecuencias, independencias creándose una dinámica de deterioro democrático,  injusticia y desigualdades entre españoles por culpa de egoísmo impresentable en una sociedad democrática.  
Hay que defender todas las lenguas que son una riqueza humana, pero no se puede prescindir de la segunda lengua más hablada del mundo como es la castellana, además desde el punto de vista económico, que sería favorable al comercio exterior y potenciación de la marca España favoreciendo al conjunto de los españoles, cosa que los dirigentes de los partidos hasta ahora no quieren ver. 
 

El egoísmo no es democrático

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