Gallardón por donde pasa, arrasa

Dejó en la ruina económica al Ayuntamiento de Madrid. Destrozan familias con recortes en                      Justicia, cárcel para  mujeres con la Ley del Aborto, quieren gobernar los espermatozoides y obligarles a tener hijos, imponen su hipócrita conciencia a los demás, legislan sobre la vida intrauterina, pero se desentienden de los vivos que llegan al mundo. Las deformaciones, muerte de hambre, enfermedad, educación... No les preocupan. Gobernar no es reprimir, es administrar bien para que las familias puedan tener hijos. Con Franco los pobres abortaban en el corral, los ricos de su clase en Inglaterra. La historia se repite. Gallardón se centró cuando necesitó los votos progresistas para salir elegido como presidente de la Comunidad de Madrid y luego alcalde, dejando al Ayuntamiento como el más endeudado de España. La verdadera ideología de Gallardón se descubrió ahora al no necesitar votos, le  basta con  el dedo de Rajoy. Gallardón quiere ganar méritos  ante la derecha del Partido Popular para ser el futuro candidato a la Presidencia. ¡Rajoy, ándate con ojo¡ Gallardón es un demócrata de conveniencia, utiliza cualquier recurso para subir, pero le saldrá el tiro por la culata porque lo están quemando. Al dejar de ser ministro, caerá en picado, se le acabarán los nuevos éxitos políticos. Hasta ahora nos engañó bien, haciendo de Maquiavelo madrileño para la conquista de los votos externos a su partido, con la estrategia de ataque a Esperanza Aguirre, a la vez que le puso la vela al ala más dura del partido, aupando a concejala a Ana Botella, esposa de José María Aznar, dejándola de alcaldesa y plantando a los votantes. Lo que demuestra que sus convicciones son  puro poder por el poder. Su  ambición está perjudicando seriamente a la convivencia.  Gallardón es el principal activista en el desmontaje del Estado de Derecho. Hay que frenarlo.