La guerra de las mentiras

Hace falta que los ciudadanos estemos bien formados para valorar la cantidad de noticias falsas que nos aportan los medios y los políticos desde sus partidos ligándonos a sus guerras. Estamos en una la guerra de las mentiras por falta de capacidad y mérito de muchos dirigentes políticos bobalicones. Muchos de estos se empeñan en dividir a los españoles para ganar el poder y una vez alcanzado aún siguen dividiendo para mantenerse sin gobernar para todos.  Esta pandemia nos cogió a todos desprevenidos pero los políticos de España se diferencian de otros porque aquí la oposición ha creído que pueden quitar rédito político de esta crisis. 

Las instituciones públicas situadas en la comunidad de Madrid son el tubo de ensayo donde se dan luchas partidarias con la participación de algún que otro colectivo de las cloacas. En España es donde los partidos montan más líos en los medios de difusión. Todo por falta de visión de Estado. No aprendieron que desde la oposición también se puede proponer, pactar y acordar. 

En la Comunidad de Madrid pasan cosas muy raras. Con motivo del apartamento de la Presidenta Ayuso se descubrió en la web oficial un contrato escandaloso de medio millón de euros y luego desapareció al descubrirse su irregularidad. Pero rápidamente fue sustituido por otro que bajó a la mitad de costo con motivo de la polémica surgida dijeron que el anterior era un borrador. Luego vino la guerra de las mentiras y los desmentidos. 

En la misma Comunidad se distribuyó un protocolo que daba instrucciones para no ingresar en los hospitales a personas procedentes de las residencias de la tercera edad que son competencia exclusiva de la comunidad. El consejero de Servicios Sociales hizo saber por vía interna a sus compañeros de gobierno que preside Ayuso que con esas medidas se morían indignamente cosa que asi fue. Pues bien, Ayuso le quitó las competencias al consejero de Cs y se las pasó a su consejero de Sanidad del PP.  Tal protocolo dejó sin atender más de 6.000 fallecidos en las residencias. Pues ahora dicen que también ese protocolo era un borrador tal como dijo el consejero de Sanidad en los medios que esa filtración fue una  traición. 

La presidenta Ayuso se enzarzó contra el Gobierno dejando desatendidos a los madrileños, mientras los presidentes del resto de las comunidades mantuvieron reuniones con el ministro de Sanidad sin tanto lío. 

Es posible que los gobernantes en el pasado fueran tan mentirosos y corruptos como los de hoy, pero no se sabía   porque no había libertad y medios como ahora, que los políticos aún no se dieron cuenta que los medios tecnológicos sacan y contrastan todo lo que dicen y hacen. Por eso los ciudadanos de esta era tecnológica mediática debemos saber valorar por nosotros mismos para que no nos manipulen. 

La guerra de las mentiras

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