La jurisprudencia repara el daño

uando se quiere se puede. Veamos la cívica sentencia del Supremo sobre los cinco de la manada condenados por hechos delictivos y probados tal como todos pudimos ver gracias a los salvajes que se vanagloriaron de ello por presumir difundiendo por las redes sociales para más Inri, lo cual es una bestialidad que algún miembro del tribunal de Navarra no quiso ver. Pero menos mal que el Supremo estuvo a la altura que se merece el Estado de Derecho.
Reparar el daño causado es doctrina consolidada que debe presidir en todas las estancias judiciales para confiar en la justicia y labor nada fácil del juzgador en cumplimiento de su deber por encima de otras consideraciones en liza, porque cada uno defiende lo suyo aunque no tenga razón legal.
Con esta sentencia también queda demostrado que aquellos jueces que se escudaron en los defectos o falta de precisión de la ley del legislador, no puedan hacer nada ante un caso escabroso por defecto de la misma. Queda claro que cuando se quiere reparar el daño causado como en este caso, los tribunales pueden corregir la carencia de la ley por que está en su mano: crear jurisprudencia para reparar el daño causado. Ente caso lo hizo el Supremo antes que se modificara la ley lo mismo que se pudo hacer en otras ocasiones .
La democracia no será posible si no se respetan las leyes, tanto para el poderoso como el que no lo es. Tener confianza en las instituciones es función de quien las rige. Los bajos instintos anidan en las personas que menos esperamos y deben ser recriminados y castigados por quien tiene esa responsabilidad, la justicia, sin ella no hay convivencia.
No cabe duda que los tribunales no deben dejarse influir por la justicia popular, pero tampoco por otros grupos económicos de presión como hemos visto en otras ocasiones. Hay que preguntarse, ¿qué hubiera pasado si las asociaciones feministas, entre otras, no se hubieran movilizado en defensa de la victima?. No lo sabemos pero la soberanía popular contemplada en nuestra Constitución debe ser seña y marca en defensa del bien común formado por mujeres y hombres con derechos a respetar. Hoy por ti y mañana por mi. Quid pro quo.
 

La jurisprudencia repara el daño

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