Nuevas tecnologías para la estafa

as nuevas tecnologías se reproducen a tanta velocidad que nos pueden volver locos. Son tan inhumanas que en vez de servir para comunicarnos nos aíslan de las relaciones personales, así vemos parejas y familias enteras enfrascadas en las redes sociales con sus móviles, cada uno va por su lado y no se hablan.   
Empresas privadas montan robots para eliminar puestos de trabajo. Las administraciones públicas nos obligaron a tener Internet para darnos por notificados, en muchos casos ni nos contestan las reclamaciones y con errores, sin motivar, nombres cambiados por usar plantillas hechas para todos. Además, si no estás atento puedes perder plazo de reclamación por ir a correo no deseado, que hay ver igualmente
Los bancos están cerrando oficinas, reduciendo personal para no dar la cara con el cliente. Las reclamaciones caen en saco roto porque no ves cara humana. Con las operadoras de telefonía pasa lo mismo y los ministerios les dejan andar a sus anchas. Te puedes dar de alta pero difícil darte de baja. Las redes sociales desinforman más que informan. La ley de protección de datos sólo sirve para que de vez en cuando te metan unas multas desorbitadas, pero todo el mundo dispone de nuestros datos tal como podemos comprobar con todo lo que nos llega. Dicha Ley entra en contradicción con la Ley de transparencia en las administraciones públicas.
Los abundantes órganos de control no controlan nada. La justicia se atasca porque las administraciones no cumplen su obligación con los vecinos teniendo que gastar en abogados y procurador para conseguir a lo que tienen derecho.  Lo malo de estas nuevas tecnologías es que vinieron de golpe y a tal velocidad que hay que controlarlas, dado el guirigay que nos están montando sin poder controlarlas, ya que nos obligan a poner nuestros intereses en manos ajenas. 
Las administraciones públicas, los bancos y demás operadores comerciales dejan fuera de juego a mucha gente que estaba mejor servida antes de estas nuevas modas. 
Las redes sociales sirven para desinformar e insultar. Las nuevas tecnologías nos deslumbran, no son la panacea por ser aprovechadas por los delincuentes de todas las clases. Ladrones de cuello blanco, dueños de grandes corporaciones que venden el producto y después no cumplen. No hay con quien hablar, no tienen rostro. Multiplican los efectos de la ingeniería financiera, traspaso de fondos para paraísos fiscales.

Nuevas tecnologías para la estafa

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