Estos políticos mareando la perdiz

El presidente Pedro Sánchez pide el apoyo a Casado para aprobar los presupuestos y Casado dice no antes de conocerlos, pero ni uno ni el otro presentan los suyos. Pues si el presidente no los presenta, debiera presentar Casado los suyos, para eso les pagamos a unos y otros.

Esto se llama marear la perdiz por destruirse mutuamente y de paso nos destruyen a nosotros. Estos señores no tienen ni la mínima idea de qué es la democracia qué es dialogo, participación y acuerdo. Pero no, se están mirando su ombligo, siguiendo parapetados en sus trincheras librando una guerra personal que nada tiene que ver con el interés general.

Sus proclamas no se corresponden con nuestros problemas, olvidan el bien común de todos los españoles. Dicen lo que no hacen y hacen lo que no dicen, es decir, dañan la posibilidad de remontar la crisis acumulada desde 2008 y ahora para más INRI viene el coronavirus y aprovechan para desgastarse, mientras que en los países de nuestro entorno, sin ir más lejos Portugal, los partidos de derechas e izquierdas se unieron contra el coronavirus.

Resulta una total irresponsabilidad por ilegal e inconveniente para el país que no haya presupuestos. Además que la Ley dice que deben ser aprobados antes de 31 de diciembre de cada año. Dicha responsabilidad recae sobre los presidentes de cualquier gobierno, tenga o no apoyos, ya que para saberlo los presidentes deben de elevarlos al pleno para saber quién vota a favor y quién en contra. Los presupuestos son la columna vertebral de la gobernanza. Lo contrario, seguir gastando sin ellos, es incumplir las leyes. Así, los funcionarios están obligados a informar la ilegalidad, de lo que los gobernantes se saltan a la torera levantando los reparos, aprobando gastos oscuros con expedientes extrajudiciales continuados para pagar, sin las garantías que la Ley prevé.

Pero en este supuesto Estado de Derecho las denuncias en los tribunales de justicia hace años que no castigan a los autores penalmente como se puede ver en reiteradas sentencias con la excusa de que viene siendo habitual en las administraciones, pasando al archivo sin celebrar juicio, y ver las pruebas de ilegalidad tal como reconocen como ilegalidad administrativa, no queriendo castigar por dolo  como era habitual hace años con la misma Ley. No es de extrañar que la corrupción sea el modus operandi en nuestras instituciones. La honestidad no cotiza al alza, no tiene ningún valor.

Conclusión: no es de extrañar que se imponga la corrupción por pagar facturas que los interventores dicen que son ilegales, por adjudicar obras y servicios sin partida presupuestaria y aprobando expedientes extrajudiciales para tapar la ilegalidad.

No se puede estar años gobernando con presupuestos prorrogados cometiendo ilegalidad.  

Con motivo del coronavirus se está reformando la sanidad, la educación y la sociedad en su conjunto, pero nuestros partidos no quieren reformar la anquilosada justicia, cuando es la columna vertebral de la democracia para evitar el pillaje de los sinvergüenzas. 

¡¡Por favor, dirigentes de partidos y gobernantes, dennos alguna elegiría poniéndose de acuerdo en algo!!

Estos políticos mareando la perdiz

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