Pulso entre Sánchez e Iglesias

Parece que no debiera haber problema en formar gobierno entre PSOE y Podemos, pero a la vista están las diferencias personales y no tanto programáticas, salvo en lo referente al independentismo, porque Iglesias defiende el referendo catalán y Sánchez ofrece diálogo. Los separatistas han vendido y convencido a muchos de dentro y fuera de Cataluña que es un derecho democrático a pesar de ir contra las normas y más de 500 años de pertenencia a España y haber sido cómplices participando y votando el porcentaje más alto de España a la actual Constitución, que admite reformas que no quieren los independentistas. 

Muchos de estos políticos solo piensan en sus ombligos por falta de capacidad para resolver problemas de la sociedad que representan. La independencia en una sociedad globalizada no tiene sentido y mucho más teniendo un gobierno autonómico como tiene Cataluña. Los referendos nunca pueden ir contra las constituciones, tienen que ser autorizados por el Estado, sería como hacer un referendo para no pagar impuestos, en nuestro país al menos, saldría aprobado.  Sánchez e Iglesias no comparten la misma visión territorial de España, aunque últimamente este último pasó de proclamar la anulación de la Constitución del 78 a denunciar los incumplimientos de artículos de la misma, y tiene razón.

El PSOE tiene 140 años, posee sedimentos históricos de españolismo y, aunque de izquierdas, siempre defendió la unidad territorial de España, es más jacobino, mientras que Podemos es el resultado de la crisis económica y la corrupción de los dos grandes partidos PP-PSOE, pero este como estamos comprobando se está recuperando con Sánchez a la cabeza, y aunque quisiera pescar en territorio del separatismo las bases del partido quieren la unidad de España. Por otra parte, Podemos no está implantado en todo el Estado como el PSOE. Iglesias supo captar sus votos del descontento en su día, ahora tiene miedo que  vuelvan a donde vinieron.

Podemos está formado por las confluencias, como Mareas que superó al PSOE en las dos elecciones últimas generales municipales del 2015, pero miremos en que quedó, lo perdieron después de un gran éxito en las tres principales ciudades, Santiago, A Coruña y Ferrol, pero como cada una va a su aire por seguir la  política de la propiedad, cada uno quiere tener su parcela, su tractor, falta de cooperativismo. Podemos es un partido de aluvión reciente que no es capaz de mantener la disciplina que en toda organización de tener. Lo mismo está ocurriendo en otros lugares como en La Rioja que una diputada desobedeció a la dirección de Podemos votando para confirmar otra vez la derecha que lleva de 24 años gobernando.

Pulso entre Sánchez e Iglesias

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