REVISIÓN CONSTITUCIONAL

Después de 37 años de la aprobación de nuestra Constitución (1978), es hora de revisarla, como hicieron en otros países democráticos, ya que, según amplia opinión de expertos, la transición se paró con el golpe de Estado del 23 F.  A partir de ahí vinieron varios recortes como la Loapa. Muchos artículos de la Constitución no fueron desarrollados con leyes, y otros en vigor, no fueron llevados a la práctica por los sucesivos gobiernos. El rechazo al golpe del 23 F fue rotundo a lo largo y ancho de toda España saliendo millones de personas a la calle en defensa de la democracia y la Constitución. Esto no lo deben de olvidarlo los reformadores, para no caer en la crónica costumbre de propiciar golpes de estado. Ni los jóvenes lo pueden cambiar todo, ni los viejos pueden negarse a cambiar nada, de lo contrario, estaríamos haciendo un pan como unas tortas. Ambos deben de valorar las ventajas los derechos democráticos adquiridos, mejorar leyes, y costumbres cívicas, empezando por los de arriba, del Jefe de Estado para bajo. El civismo y el buen ejemplo debe empezar por quien asume voluntariamente gobernarnos. Como dijo Sieyes, el poder viene de arriba, pero la confianza viene de abajo. Ahí está la legitimidad y el verdadero pueblo soberano de quien dependen nuestros gobernantes, tal como dice la Constitución. Mal que les pese a todos nuestros representantes.