EL FÚTBOL Y LAS CIGALAS

Pensaréis que estoy para ingresar en Conxo con mis artículos, los títulos y la connotación que les doy. Pero por experiencia no os dejéis llevar por la primera impresión, las apariencias engañan. El tiempo no engaña, destapa todo. Este Madrid de Benítez tampoco engaña. Sólo a los fanáticos, esos fanáticos que los árboles no le dejan ver el bosque. Yo soy madridista, objetivo, no fanático.
Desde el primer momento en que este periódico me brindó la oportunidad de colaborar con una columna de opinión deportiva semanal, empecé a romperme la cabeza y decidí salirme de lo usual, de la rutina y monotonía de estos artículos, decidí darle un toque diferente y explicar las cosas, conceptos, opiniones futbolísticas a través de metáforas y ejemplos. Me dieron total libertad y eso es lo que me gusta. Hablar de lo que quiera y como quiera.
Libertad de expresión, algo que escasea hoy en día. Para hacer columnas de opinión y hablar de tácticas, trivote, no hubo actitud, con un 0-2 hay que matar el partido, hay que luchar más...para eso vais al bar de debajo de casa que está lleno de entrenadores de fútbol como hablé en el artículo anterior.
Vayamos al tema. Las cigalas, con cuchillo y tenedor y una reunión de negocios. El fútbol, un balón y el rival. Elementos muy dispares, pero muy semejantes a la vez. Al igual que las matemáticas se fundamentan simplemente en sumar, restar, multiplicar y dividir. El fútbol en control, pase, defender y atacar (para mí), y comer, cuchillo y tenedor. Todos sabéis comer (o eso pensáis), todos sabemos jugar al fútbol (o eso creemos) y todos sabemos sumar, restar, multiplicar y dividir.
Pero todo lo fácil se puede complicar, y comer, el fútbol y las matemáticas se complican.
Supongamos que nos citan para esa reunión de negocios. Tu golpe empresarial. Nos sentamos los 4 a la mesa y pedimos cigalas. De repente, todos las comen con cuchillo y tenedor. Unos artistas, ¿y tú qué haces? Jamás hiciste eso. Te dicen y te preguntan: que nos vienes a ofrecer, que nos quieres vender y que nos propones. Y tú estás degollando las cigalas, te caen, saltan; no sabes si vendes cigalas amputadas o si vendes humo. Cuando vas a comer la siguiente ya no quedan, las acabaron ellos. El desastre nacional.
Con este ejemplo quiero explicar este Madrid de Benítez. Mi Madrid. El Madrid sabe comer cigalas con las manos, cuando las tiene que comer con cuchillo y tenedor muere de hambre. El Madrid “sabe jugar al fútbol” pero depende de la manera en la que tenga que comer las cigalas. Este fin de semana le tocaba comerlas con cuchillo y tenedor y destapó todas sus carencias a pesar de muchas otras cosas. Este no es el camino de mi Madrid. Como dije al principio la primera impresión puede engañar pero el tiempo no engaña, acaba destapando todo. Y o mucho me equivoco o este Madrid muere de hambre con todas las comidas de cigalas que le van a venir a partir de enero y febrero.
Como persona no hago las cosas para sacar un 5, busco la perfección. Este Madrid para mí, busca solo el aprobado. Defender defiende cualquiera, Atacar, proponer y crear, no. No me gusta lo fácil, me gusta lo difícil. Salir de lo habitual, ser diferente, especial, único. Eso quiero para mi Madrid.
Mi puntuación de la semana: un 0 al Madrid de Benítez, un 1 la BBC, un 2 el Deportivo, un 3 la irrupción de Sergi Roberto, un 4 al cuarto gol del Barça y el 5 a la victoria del Barça.

EL FÚTBOL Y LAS CIGALAS

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