LA SALUD DEL VESTUARIO

Una de las cosas más difíciles para un entrenador es la gestión del vestuario. Cada jugador es una personalidad diferente y una plantilla la pueden conformar hasta 25. Una mala gestión del vestuario te revienta una temporada deportivamente hablando. Un vestuario  revuelto y tóxico es el principio del fin. Sería interesante sentar las bases y criterios y  fijarlos bien desde el principio para no perder el mando sobre la plantilla. Y por otro lado, cada semana jugadores sin convocar, jugadores suplentes y jugadores descontentos por su posición o por sustituirlos. Difícil tarea la de gestión del grupo.
Pero contra esto existen mecanismos de prevención para formar un vestuario “sano” y de jugadores que sumen y remen en la misma dirección cuando las cosas se ponen cuesta arriba. A la hora de confeccionar una plantilla, si algo aprendí de algunos entrenadores que tuve, es que los fichajes y los jugadores que compongan una plantilla no sólo deben atender a criterios deportivos sino también extradeportivos como los que estamos hablando. Jugadores “sanos” que sumen, es decir, jugadores no tóxicos para la unión y el desarrollo deportivo del vestuario. Cada uno tiene un rol determinante  y con una función a desempeñar muy clara y concisa, y dichos roles tienen que asumirse con naturalidad. 
Un claro ejemplo fue el fichaje de Guardiola en el Barça y la decisión de echar a Deco y Ronaldinho, y posteriormente a Etoo e Ibrahimovic. Todo atendiendo y dándole prioridad a criterios extradeportivos y  a la buena salud del vestuario.
Las notas de la semana: 0 Casillas;  1 Portonovo;  2 Celta B; 3 Céltiga ; 4 Madrid ; 5 Hactrik de Aduriz.

LA SALUD DEL VESTUARIO

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