Mayo será decisivo... parece

eo en “infoLibre” un comentario que comparto básicamente, según el cual la gran presión de la derecha consolida el entendimiento entre Sánchez e Iglesias y el diálogo entre ambos se convierte en la llave maestra del Gobierno de coalición para resolver disputas y desatascar proyectos. Una relación de mutuo respeto y confianza “que está resultando decisiva”. Decisiva, añado yo, para que el Gobierno de coalición dse haya fortalecido hasta donde nadie imaginaba cuando se formó a primeros de enero. Podrá decirse que el PP y Vox han trabajado para la izquierda con gran eficacia. Lo que ignoro es si Sánchez e Iglesias le han dado a los líderes de la derecha las merecidísimas gracias.
Pienso que incluso Cs podría salir también beneficiado en este maremágnum que acompaña políticamente a la tragedia del coronavirus, aunque no sé si atreverme a tanto. Lo mismo que Cs se hundió con unos errores podría resucitar con otros errores, pero de la derecha. El sector de las izquierdas incluso no rechazaría una oferta de colaboración del partido de Arrimadas, que les vendría estupendamente a los rojizos, a los efectos de restar a la derecha y sumar a la izquierda, todo ello posible cuando tantas cosas que parecían imposibles están sucediendo. Claro que en Cs siguen gentes de derechas, pero ni tantos ni tan de derechas. ¿O es que no nos habíamos dado cuenta? No quiero mezclarlo todo, pero tampoco puede descartarse una ruptura entre el PP y Vox, porque las cosas de Abascal están creciendo de tal manera que ni siquiera los del PP garantizan la subsistencia de la colaboración. Después de todo, no debemos olvidar que el partido de Casado ha gobernado en dos etapas de nuestra democracia y que eso se notaba mucho, pero no tanto como para autorizar que se dijera que habían roto la democracia. Ni el de FAES ni el gallego simpático que a lo mejor se salió a caminar casi corriendo hace unos días. Si el PP y Vox rompieran, madre de los cielos, el panorama que se abriría sería tremendo. Seguramente no, pero no descartemos nada...
Pero ahora estamos con la mirada más fija viendo a los niños que se liberan una hora diaria del enclaustramiento. A los mayores de la desescalada abierta por el Consejo de Ministros para que hagan deporte y se paseen por las calles. A no sé quién de los indepes que dijo esa lindeza de que habría menos muertos en Cataluña si fuera independiente. A Pablo Iglesias esmerándose cada día un poco más, hasta el punto de que en la última Sexta Noche doblaba sus esfuerzos entre hacerlo mejor y tratar de que no se notara mucho, incluso pasándose en esa carita de santito. A las cifras diarias de fallecimientos del virus, que van claramente para abajo. A las mil cosas que siguen ocurriendo en este país y en el mundo entero.
Me gustaría poder añadir cosas agradables que alcanzaran a todos los aspectos de la vida en este tiempo de frustraciones y de alguna esperanza. Pero será mejor dejar pasar alguna semana para dar tiempo a la consolidación de las buenas señales, que nos hacen más llevadero tanto dolor por los muertos y tanto miedo por lo que pueda suceder a los vivos y a la economía y la sociedad en que vivimos. Hay una especie de acuerdo manifiesto de que el mes de mayo va a ser decisivo para bien. Pues que Dios así lo vea y permita que se haga realidad. Lo de la salida de los niños a todo el mundo le está pareciendo maravilloso, creo que porque realmente lo es. Y una llamada a la unidad, posible si anteponemos a todo los anhelos de bondad y generosidad de todos y para todos.

Mayo será decisivo... parece

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