LOS NUEVOS HERODES

En mayo del 2009, y ante la inminente aprobación de una nueva Ley del Aborto, llamada eufemísticamente algo así como Ley de Interrupción del Embarazo, que abría las puertas al aborto libre, escribíamos con parecido título nuestra más radical oposición a la regulación de un mal llamado derecho de la mujer contra el derecho a la vida del ser humano concebido pero condenado a la trituradora para que su madre se vea libre de una carga que la criatura no ha querido nunca suponer. Se invoca un derecho de la mujer a disponer de su cuerpo, pero se oculta que también dispone del cuerpo de su hijo de 14 semanas de vida, con corazón, cabeza, tronco, extremidades y ALMA. Se permite también en esa maldita Ley, que una niña de 16 años pueda abortar, sin conocimiento o autorización de sus padres, cuando con esa edad no puede votar, no tiene derecho a que le sirvan bebidas alcohólicas ni a comprar tabaco en las máquinas, pero puede destruir o matar a su hijo legalmente. ¿Cómo puede admitirse semejante aberración?.Pero este “escribidor” no ignora que muchas madres abortistas, especialmente las adolescentes, son también víctimas. Son víctimas de una legislación impulsada por la progresía que dice luchar por las libertades desde su ideología de ultraizquierda y el más radical feminismo, favoreciendo, queriendo o no, intereses de clínicas abortistas donde se masacran los “nasciturus”, esos que una exministra socialista calificaba de “aún no nacidos”, nos ha j…- También tratan de justificarse con cantos de sirena hacia esas mujeres, induciéndolas con argumentos falaces como “es tu derecho”, “es tu libertad”, “en estos tiempos no serás capaz de criarlo”, y mil burradas más. Por su propia condición humana estimo que estas mujeres, una vez pasado el “mal trago” sentirán unos momentos de alivio, pero el resto de sus vidas estará marcado por una permanente angustia, por un cargo de conciencia que no les permitirá dormir en paz ni hacer una vida que, como la de todos, con momentos menos buenos, merece la pena ser vivida. Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno del PP, que en su programa electoral llevaba la revisión de esta Ley, y por el porcentaje de mi voto que le toca al ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, no le pido, le exijo que no se demore más el cumplimiento de ese compromiso, y también porque España está perdiendo cada año más de cien mil ciudadanos necesarios para la renovación generacional, algo que no se plantea este ni los anteriores gobiernos, aplicando medidas de estímulo a las familias con ayudas económicas que a buen seguro serán menos cuantiosas que lo que se emplea en gastos auténticamente superfluos, sin aludir al constante latrocinio de dineros públicos que, como decía otra exministra socialista “son de todos”.

LOS NUEVOS HERODES

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