El Deportivo debe espabilar

No es fácil sacar una lectura positiva de la temporada que viene realizando el Deportivo. Lo mires por dónde lo mires te acabas encontrando con numerosas dudas. Y, además, lo refleja claramente su actual clasificación, ya que para verlo hay que echar la vista a los últimos lugares de la tabla y con números que comienzan a ser preocupantes. O si lo prefieren, el equipo, que está como un flan y ofrece mucha inseguridad, está inmerso en una crisis de juego y de goles que hacen temer por su futuro.
Hay que ser realistas. Esto no funciona. Nos habíamos hecho grandes ilusiones al inicio de campaña, el club se había esforzado para conseguir una plantilla con suficientes garantías para afrontar un año con tranquilidad, pero la realidad, tristemente, nos está demostrando que es otra. O le damos un giro total a esto, o habrá que acostumbrarnos a sufrir semana tras semana echando números desde ya.
Creo que ya lo dije en más ocasiones. Sí, es cierto que se llevan disputadas solo nueve jornadas. Que quedan muchos puntos en juego y que sobra tiempo para enderezar la situación. Pero si el equipo mantiene esta línea de las últimas jornadas, las dudas acaban entristeciéndonos. Cuando se empieza a caer en barrena hacia los últimos puestos, cada vez resulta más complicado escapar del grupo de los torpes que acaban llevándote al descenso. En la actualidad tenemos los mismos puntos que el Sporting –ocho– en puesto de descenso, con Osasuna y Granada en la cola.
Hay que salir de ahí como sea. Hay que olvidar la goleada de Barcelona y el bochorno de Vigo, con ese 4-1 que duele un montón para un Deportivo que anotó en Balaídos su primer gol lejos de su ambiente con el defensa Albentosa como protagonista. A quien la afición no acaba de olvidar es a Lucas Pérez. Y si te acuerdas del coruñés, en el Deportivo existe un problema gordo. Sin duda, la falta de gol.
Hasta la fecha se consiguieron tan solo seis tantos. Mosquera, Lucas (de penalti), Borges (2), Ryan Babel (no comprendo su titularidad en el derbi, como tampoco la ausencia del turco Emre Çolak y que Andone hubiese jugado lesionado) y el mencionado Albentosa. Un triste bagaje para recibir el lunes a un Valencia, también en horas bajas, que tiene un punto más que nosotros y que llega a Riazor con ganas de liarla. No sería la primera vez.

El Deportivo debe espabilar

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