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En su día, el que por aquel entonces era su propietario, el conocido hostelero Armando Cadaval, que se jubiló el pasado 16 de enero, denunció en las dependencias policiales que había sido víctima de un robo con fuerza en ese establecimiento, en el que los amigos de lo ajeno se habían llevado unos 900 euros en mercancía y la recaudación de la máquina tragaperras, además de cusar daños.Los investigadores pudieron averiguar que, tras arrancar la verja que protege una ventana de la parte posterior del local y forzar esta última, esa persona accedió a su interior y consiguió abrir la máquina tragaperras, de la cual sustrajo el de dinero que contenía.
El empresario tendrá que asumir los daños él mismo pues ya dio de baja los seguros porque el próximo día 28 se jubila y deja el bar.