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Los concellos de Vilanova y A Illa de Arousa celebraron ayer recepciones con uno de los personajes más queridos de la Navidad. El viento y la lluvia impidieron el tradicional desfile isleño, pero los pequeños no perdieron la ilusión de verlo. Por otra parte, el colegio Salesianos de Cambados celebró una fiesta navideña
El Refugio de Cambados lanza un año más su campaña para evitar el regalo de animales en estas fiestas, apelando a que son seres vivos y se trata de una responsabilidad “para toda la vida”
Por ello, esta mañana inició en A Pobra una gira de encuentros con el casi medio millar de alumnos de los centros educativos de Infantil y Primaria, siendo los de la escuela Monte Carmelo los más privilegiados al ser los primeros en asistir a esa recepción que tuvo lugar en el Teatro Elma como punto neurálgico, y hasta donde también se desplazarán en próximos días los escolares de los CEP Salustiano Rey Eiras y Pilar Maestú Sierra, la escuela infantil Fernández Varela y las unitarias de Vilariño, A Angustia y A Granxa.
Esa actividad se incluyó dentro de la programación denominada Rianclown, en la que hubo música con la actuación matinal de Martiña Soñadora, que tuvo lugar pasadas las doce y media de la mañana, y ya en horario vespertino hubo animación infantil y la visita de Papá Noel, para cerrar el evento con un concierto de blues del país
Había ganas de celebrar tras la lluvia de millones de la Lotería y el parón covid del año anterior
La Praza de Galicia acogió colas de familias que querían hacerse fotos con sus dibujos favoritos
La visita de Papá Noel se adelantó ayer en Vilagarcía con un vistoso desfile en el que el personaje de Laponia saludó a los niños desde una bola de nieve tirada por un ayudante en bicicleta. Hoy la actividad navideña continúa con la programación de Zona Aberta y también del Gato Negro de Carril.
La Praza de Galicia se llenó de aquellos que no quisieron perderse el encendido del gran árbol que marca el inicio de la Navidad en Vilagarcía. La Banda de Música tocó villancicos y uno especial con un estribillo que corearon todos los presentes de “En Vilagarcía xa é Nadal”. Papá Noel llegó en bici a pulsar el interruptor