“Sé que esto es muy doloroso para ti, Barbora, sabiendo que las dos hemos jugado al límite. Las dos irrumpimos el año pasado y espero que continuemos así”, dijo la española tras sellar una final que superó las dos horas de duración en la pista central Ken Rosewell Arena.
La tenista pidió asistencia médica y tuvo que salir de la cancha en una silla de ruedas.