A Illa.- La colecta británica para honrar la tumba colectiva de un isleño alcanza su objetivo

Los cuatro marineros enterrados en una fosa común en Reino Unido, víctimas de un naufragio de hace 52 años y entre los que se encontraba un vecino de A Illa, tendrán finalmente el reconocimiento público que persiguió un movimiento social. El pasado 1 de octubre se abría una campaña de crowdfunding o colecta en Internet con el objetivo de recaudar 500 libras (unos 568 euros), cantidad con la que se pretende adquirir una placa que colocar en el cementerio de Penzance (en la zona de Cornualles), donde se ubica la citada tumba colectiva. 
En apenas cuatro días, la repercusión del movimiento ha coronado ya el objetivo, superando, de hecho, la cantidad inicialmente fijada. Así que la organización ha decidido mantener abierta la campaña más días, ya que si la suma aumenta, se podrá mejorar la placa o monumento a instalar. 

la tumba
Entre los cuatro cuerpos allí sepultados se encuentra el de Domingo Vidal Blanco, natural de Muros pero vecino y residente en A Illa y que en octubre de 1963, cuando el faltal accidente, contaba unos treinta años de edad. Junto a él reposan los restos de Manuel Corral (Ponteceso), Carlos Coello (Barakaldo) y Manuel Esperante (Serra de Outes). 
Fueron los últimos marineros que el mar devolvió casi un mes después del naufragio de la motonave Juan Ferrer, decidiéndose su sepelio en una fosa común que, hasta el momento actual, sigue sin señalizar en el camposanto de Penzance. Los cuerpos de los otros siete fallecidos sí pudieron rescatarse antes, salvando la vida tan solo cuatro de los 15 tripulantes del mercante de la época. 
Javier Mayo (Muros) es hijo del único de aquellos supervivientes que sigue vivo hoy, Benito Mayo, y uno de los impulsores desde Galicia del proyecto para recuperar la memoria del naufragio, codo con codo con otra de las principales impulsoras al otro lado del Canal de la Mancha, Elaine Trethowan. 
Tras dar a conocer la historia de la búsqueda de familiares del isleño a través de estas páginas,  finalmente les fue posible contactar con un descendiente, haciéndolo partícipe del proyecto.