El presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, inauguró ayer el conjunto escultórico que reproduce una aldea marinera en Punta Moreiras, en el contorno del Museo da Salazón y que se puede contemplar siguiendo los viejos senderos, que también fueron acondicionados y mejorados para facilitar la visita.
De este modo, Punta Moreiras es ya un verdadero homenaje en piedra al mar y a sus gentes, después de la instalación por parte de la Diputación de 42 piezas escultóricas elaboradas por la Escola de Canteiros y que reproducen elementos propios de una aldea marinera.
La senda que conduce a los diferentes elementos escultóricos sigue el trazado de los viejos caminos utilizados por los vecinos para ir a la playa das Pipas.
El presidente de la institución provincial, Rafael Louzán, y el alcalde de O Grove, Miguel Ángel Pérez, inauguraron ayer un conjunto escultórico que pretende “dignificar e recoñecer o traballo, o sacrificio e o esforzo da xente do mar a prol da sociedade actual e das xeracións futuras”, según explicó Louzán.
Este conjunto forma parte de uno de los trabajos elaborados por la Escola de Canteiros y se suma a la aldea labrega de Meis.
Louzán destacó el “acerto” de la instalación de estas piezas en Punta Moreiras, por ser este “un dos lugares máis bonitos de Galicia e de toda a costa española” y por integrarse con otros elementos como el Museo da Salazón, formando así un espacio que permita a vecinos y visitantes conocer las raíces y la esencia de O Grove.
En este sentido, Miguel Ángel Pérez subrayó que la aldea cumple un doble objetivo; “o de recuperación da alma mariñeira deste pobo e o de exercer como un recurso turístico máis para o municipio”.
Ampliación de la senda
La Diputación tiene la intención de ampliar la senda en una segunda fase y proceder a la recuperación de otros edificios relacionados con la salazón, como la escamera, que se quiere convertir en centro visitable como Casa do Mariñeiro. Además, Rafael Louzán se mostró confiado en poder proceder pronto a la mejora del acceso a Punta Moreiras
Las piezas instaladas conforman una exposición permanente que se estructura en cinco fases y que comienzan con una zona que, bajo el nombre de Área do Mástil, incluye fauna marina (delfines, pez espada, aleta de quenlla y estrella de mar), así como la escultura de un marinero.
En la segunda zona se representan los elementos más característicos de una lonja, como un hombre esperando a la venta de pescado, una ola emergente, cajas con peces y una mesa de despacho y venta de pescado.
Un gran faro es el elemento central de la tercera zona, que se completa con esculturas de niños y aves; un cormorán con las alas abiertas, un pato en el agua, cormoranes pescando, una gaviota muerta y un niño y una niña sentados en una playa, así como niños con peces y redes, una sirena, un brazo de un hombre ahogándose y restos de una barcaza.
La cuerta zona recoge pájaros en la zona de la derecha y peces en la parte posterior, incluyendo pulpo, raya, percebes, vieiras...
El recorrido se cierra con la “Fase das hamacas”, concebida como una zona de descanso para el paseante, protegida de los vientos del norte y con unas hermosas vistas, en la que se instalaron tumbonas y esculturas de una redeira, una tortuga, un niño agachado y una cola de ballena. n