CONTRA LA VIOLENCIA: EDUCACIÓN Y RELIGIÓN

Como quiera que en el vergonzoso caso de la violencia de género, o doméstica, o machista, seguimos asistiendo diariamente, o casi, a uno o más nuevos asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, sin que veamos ni un atisbo de mejoría en la pretendida merma, o mejor, desaparición de esa lacra social, queremos hacer pública nuestra opinión porque se necesita reflexión y mucha serenidad para enfocar cada uno de los sucesos y no caer en una valoración global que impida entender algo que normalmente no se conoce: el motivo por el que se llega al crimen. Aún se necesita saber más acerca de las causas ya que, en muchos casos, el autor del crimen se suicida inmediatamente lo que impide indagar sobre porqué llegó a la comisión del delito. Es innegable que esta oleada de asesinatos se acrecientan en la década de los 80 cuando irrumpe en nuestra sociedad un tipo de cinematografía, televisión e incluso literatura, amén de las conocidas como redes sociales, en los que predomina la violencia en sus distintas formas, con soldados o polis “justicieros”, o pandilleros, proxenetas y similares, que con sus modernas armas de fuego hacen que la sangre salpique hasta las pantallas, las violaciones a chicas están en todos los guiones y las drogas más duras son el alimento de los personajes. Estas formas de vida son asumidas por muchos espectadores que cuando se ven en la realidad cotidiana quieren hacer lo mismo y a la vista están los resultados. Hace falta una enseñanza que desde la infancia infunda valores como el respeto a la vida, a las personas en general como seres humanos que son: esposas, parejas, padres y hermanos, hace falta lo que en otro tiempo se llamaba normas de urbanidad que, lejos de resultar ridículas, al decir de sus detractores, mejora notablemente la personalidad de los jóvenes. Y hace falta mucha formación espiritual a través de la Religión porque es donde se enseña el verdadero valor del amor. Diría yo que en todas las religiones que merezcan  tal denominación, pero concretamente en la que es mayoritaria en nuestra sociedad, la Católica, encontramos tanto en sus mandamientos como en su doctrina contenida en el Evangelio de Jesús, abundante enseñanza y formas de comportamiento para vivir y dejar vivir dignamente.

CONTRA LA VIOLENCIA: EDUCACIÓN Y RELIGIÓN

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