La banalización de la historia

"Golpe militar, guerra civil, represión, fusilados, cunetas, dictadura, familias enteras que huyen con lo puesto cruzando los Pirineos a pie, hambre, miseria, campos de concentración, Francia ocupada, nazis, la tumba de Machado en Colliure, memoria...”

Estas palabras son de Francisco Aranda, portavoz del PSOE en la Comisión de Justicia del Congreso y son la respuesta a las afirmaciones de Pablo Iglesias vicepresidente del Gobierno, comparando a Carles Puigdemont con los exiliados de la Guerra Civil.
No se pueden añadir muchas palabras más a las de Francisco Aranda. Ojalá todos sus compañeros del PSOE se hubieran manifestado con la misma contundencia en vez de contemporizar, como han hecho algunos, con el Vicepresidente Iglesias.

Si las comparaciones son odiosas en este caso la comparación que ha hecho Pablo Iglesias sobre la situación de Puigdemont respecto a los exiliados de la guerra civil denota un desconocimiento profundo de de la Historia y una banalización intolerable sobre el sufrimiento del exilio español y por tanto el presidente de Gobierno le debería de haber llamado al orden. 

Porque quien calla otorga y por lo que se ve Sánchez viene optando por no dar importancia a las manifestaciones y maniobras de su socio de coalición con la excusa de que como PSOE y Podemos son partidos diferentes cada cual puede decir lo que le rote.

Y si, en una coalición cada partido mantiene sus señas de identidad pero tiene que ser leal no solo con un programa común sino también con no traspasar rayas como las que viene traspasando el vicepresidente.

Insisto, comparar a Puigdemont con uno solo de los exiliados españoles es un insulto a todos aquellos que sufrieron el exilio. Nunca nadie se ha atrevido a tanto.

Iglesias ha puesto de manifiesto no sólo su desconocimiento profundo de la Historia sino su falta de sensibilidad con el dolor de los exiliados y sus familias.

Carles Puigdemont es responsable de haber quebrado la ley, de convocar un referéndum ilegal, de proclamar una República, es decir de llevar a cabo un golpe contra la Constitución. Eso sin olvidar que España es un país plenamente democrático y que Puigdmeont no se ha exiliado sino que se ha escapado de la acción de la Justicia y vive tranquilamente como un burgués acomodado en Bélgica.

En realidad lo que ha hecho el señor Iglesias es banalizar las consecuencias de la guerra civil, una de las páginas más terribles de nuestra Historia.

Anna Arent lo explicaba muy bien cuando escribía sobre la banalización del mal.

No cabe la menor duda de que Pedro Sánchez agotará la legislatura junto a Podemos, como tampoco cabe duda de que cuando se celebren las próximas elecciones si vuelve a necesitar a Iglesias continuará gobernando con él.

Pero en el haber de Sánchez y de su Gobierno está y estará haber pagado un oneroso precio con tal de estar en el Poder.

La banalización de la historia

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