Acepta 10 años de cárcel por quemar la casa con sus padres dentro: “Mi mayor condena es mi conciencia”

Acepta 10 años de cárcel por quemar la casa con sus padres dentro: “Mi mayor condena es mi conciencia”
La cambadesa acusada durante el juicio, que se resolvió mediante un acuerdo de conformidad | pool/ rafa vázquez

“Mi mayor condena es mi conciencia por lo que provoqué”. Así es como la cambadesa M.L.S.G. se dirigió ayer al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra tras haber aceptado una condena de 10 años de prisión como autora confesa de un delito de incendio y dos delitos de asesinato con alevosía en grado de tentativa. El juicio se resolvió mediante un acuerdo de conformidad mediante el cual la acusada reconoció que incendió intencionadamente la casa de Corvillón en la que vivía con sus padres y con ellos dentro, en un intento de acabar con su vida.


El Ministerio Fiscal pedía inicialmente 20 años de prisión, pero finalmente redujo la petición a la mitad. En este caso concurre, respecto de todos los delitos, la circunstancia mixta agravante de parentesco y la atenuante de confesión. Y es que la cambadesa se mostró arrepentida por los hechos que cometió cuando estaba “profundamente deprimida” y también dijo estar dispuesta a abonar el dinero reclamado como indemnización. Su abogado también indicó al tribunal que el padre ya ha fallecido, pero “su madre le ha perdonado” y mantienen contacto a través de la familia y por correspondencia.


De hecho, la Fiscalía también retiró la solicitud de una pena prohibición de aproximarse a una distancia de 300 metros a su progenitora, a su domicilio o cualquier otro lugar frecuentado por ella y la de comunicarse con ella directa o indirectamente por cualquier medio. Inicialmente pedía que se le impusiese esta prohibición por tiempo superior en ocho años a la pena de prisión.


Según el escrito de acusación y como reconoció la propia M.L.S.G., de unos 40 años de edad, el día 30 de julio de 2019, sobre las 6:30 horas, se encontraba en la vivienda donde convivía con sus padres y “con el propósito de acabar con la vida” de estos y “aprovechando que a esa hora los mismos se encontraban acostados en sus dormitorios previsiblemente durmiendo (asegurando así la ejecución del hecho sin riesgo para su persona), prendió fuego en dos puntos de la vivienda”.


Concretamente, plantó fuego en su dormitorio, situado en la segunda planta, el cual se encontraba atestado de material con gran capacidad inflamable (papeles, libros y ropa, que se encontraban apilados por todo el perímetro y sobre la cama) y también en el lateral izquierdo de la planta baja, en el tramo situado después de la ventana (lugar donde se encontraba apilada leña y un colchón), provocando un incendio. A continuación, la procesada huyó del lugar, “dejando que el fuego se extendiera por la vivienda para que sus padres murieran a consecuencia del incendio”.


Inicialmente, la Fiscalía pedía 20 años de cárcel por los hechos: la mujer prendió fuego en las dos plantas


Alertados por el olor a humo, los padres se levantaron de la cama y salieron de sus habitaciones, observando la casa incendiada, por lo que salieron rápidamente al exterior para salvar su vida, tras buscar infructuosamente a su hija por distintas estancias de. Los servicios de emergencias fueron alertados del incendio a las 6:53 horas por un vecino, presentándose a continuación para sofocar las llamas.


El fiscal indicó que el incendio provocado por la procesada creó un “grave riesgo para la vida e integridad física de sus padres”, ya que estuvieron expuestos a ser atrapados por las llamas y sufrir los demás efectos de la combustión, por cuanto se encontraban en el interior de la vivienda. No obstante, debido a su rápida reacción no sufrieron menoscabos físicos y nada reclaman por estos hechos.


Reclamación de gastos

El matrimonio tuvo que ser alojado en un centro residencial ante la imposibilidad de volver a vivir en su casa debido al estado en que quedó, pues sufrió daños que afectaron a su estructura, por lo que hubo de ser apuntalada ante el riesgo de derrumbe, generando unos gastos al Concello por importe de 601,93 euros (suministro de tableros) y 522,72 euros (puntales), por los que reclama.


En la planta baja se encontraba el perro de la familia, que hubo de ser trasladado al Refugio de Animales, la cual se hizo cargo de los gastos necesarios para su cuidado (por importe de 276 euros, que reclama) hasta que fue adoptado por otra familia.


Por último, los gastos generados en la extinción del incendio al Consorcio Provincial de Pontevedra contra incendios e salvamento ascendieron a la cantidad de 1.920 euros, reclamado igualmente.


La procesada se presentó a las 8.45 horas de ese día en las dependencias de la Guardia Civil, anunciando ser la autora de estos hechos. La acusada se encuentra en prisión provisional por esta causa desde agosto de 2019. 

Acepta 10 años de cárcel por quemar la casa con sus padres dentro: “Mi mayor condena es mi conciencia”

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