Aceptar la historia

Cada vez está más latente la brecha insalvable de las dos españas porque hay personajes que se niegan a aceptar la historia, no reconociendo que el 18 de julio de 1.936 se diera un golpe de estado así como que los siguientes cuarenta años se vivió el terror, la persecución, la prisión y el asesinato de centenares de decenas de miles españoles por sus ideas y la falta de libertades imputables a la dictadura franquista.

Quedan muchos nostálgicos, principalmente en la derecha y en la derecha extrema, que hasta el momento estaban callados, absortos en sus pensamientos, pero que ahora no se avergüenzan de largar falsedades y estupideces sobre la realidad que se ha vivido en España.


No podemos ser tan frágiles de memoria para no recordar que, con la muerte del dictador, se dictó la Ley de Amnistía general, otorgada para favorecer la transición democrática y que dejó sin derechos ni el mínimo reconocimiento de las víctimas ni de sus familias que para reclamar al estado tenían que acudir a tribunales internacionales. Qué vergüenza.


Ahora, el gobierno, pretende sacar adelante la llamada Ley de Memoria Democrática y las manos ensangrentadas de algunos o sus familiares se levantan en contra de recordar e investigar el pasado. Por eso es muy importante poder levantar los secretos oficiales, por lo menos hasta 1.978 y conocer, con documentos, testimonios y pruebas, lo que realmente aconteció durante ese largo período oscuro de la historia de España.

Aceptar la historia

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