Vigilantes de la Cofradía de A Illa sorprenden en plena acción a furtivos de bañador en Areoso

Las playas de A Illa de Arousa siguen sufriendo a los llamados “furtivos de bañador” que este domingo volvieron a aprovechar la marea baja para escarbar en la arena y hacerse con un suculento botín de almejas. Pese a estar prohibido, todavía hay personas que prefieren arriesgarse a una multa y llegan incluso al islote de O Areoso, en medio de la Ría de Arousa. El domingo, la patrulla de vigilancia de la Cofradía isleña levantó tres actas contra bañistas que estaban recogiendo almejas, aunque en algún momento llegó a haber varios grupos, incluso familias enteras, que se escondían entre las piedras, explica el patrón mayor, Juan José Rial Millán, que lamenta que cada verano se repita esta situación en los arenales.

A su llegada, los vigilantes tuvieron que ir a por los furtivos que escaparon a correr cuando vieron llegar a la motora, aún así, pudieron dar con dos infractores, vecinos de Tarragona y Barcelona que devolvieron el marisco al mar. Al tercero, un vecino de Santiago, le encontraron cerca de 2 kilos de almeja babosa y fina de talla irreglamentaria, debajo de la toalla, aunque según los testigos, ya había hecho un total de tres viajes desde el mar a la toalla, apunta Millán. Ahora se expone a una multa por desafiar las normas.

Y es que esta práctica es demasiado habitual en los arenales isleños, y pese a que existen carteles de prohibición y la guardia rural vigila las playas, parece que los bañistas hacen caso omiso, “haberá que poñer uns carteles luminosos”, ironiza el patrón mayo ante la indignación por el daño que se causa al trabajo de tantos mariscadores y sus familias que viven de este producto tan codiciado por los furtivos. l