Cansados y cabreados

Así anda el personal, en el parlamento y en la calle. Y eso se convierte en noticias a gusto de cada medio. Por ejemplo Caballero, el hoy jefe del PSOE en Galicia, pues cree que le quieren hacer la cama y en el PP que cada buena noticia le da urticaria y se les nota mucho pues tiene su “brunete mediática” que sirve de altavoz. ¿Qué es un éxito la vacunación en España?, por cierto un trabajo del que hay que felicitar a los sanitarios, pues ellos forman la primera línea contra el maldito virus.

No estará de más repetir una vez más que hasta que cada españolito llegamos a poner el brazo, que nuestra responsabilidad individual, que al final si funciona al convertirse en mayoritario, es seguir las normas y huir de los botellones –que por cierto están prohibido sin necesidad de padecer otro virus que la irresponsabilidad– en favor propio y de los demás ciudadanos que nos rodean, y no a los gobernantes

Y sobre esto no escuchamos nada a los que señalan al gobierno a la Moncloa. A esto nos lleva a una investigación sobre las filias y las fobias de los clientes del primer partido de la oposición y llegamos a una conclusión: siguen creyéndose que esta es su finca. ¿Y qué planes tienen los populares para mejorar lo que ellos critican?

Aquí tienen una lista de lo que no le gusta al PP de Casado y, ay!, de Feijóo aunque se ponga de perfil: están en contra de que suban el salario mínimo pues ellos son más partidarios de los sobresueldos; rechazan una revisión de los impuestos, pues les tocaría preferentemente a los suyos. En Madrid, donde se recrudece el poder de Ayuso, la artillería se dirige a la Moncloa lo que tiene nervioso a Casado y sitúa en un lugar incómodo a “o noso presidente”

No estará de más recordar que en dieciocho de los veintidós países que forman la UE, y que disfrutan de mejores salarios, sitúan los sueldos en relación con el coste de la vida en cada momento y son generosos sus gobiernos con las ayudas sociales y a los compromisos con los más necesitados.


De nuevo tenemos a las dos España que no tiene nada que ver con colores ni banderas: los que cumplen las normas, respetan las medidas dictadas desde la autoridad a través de los expertos en el cuidado de la salud. Y esto si nos tienen cansados y cabreados

Cansados y cabreados

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