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martes | 16 abril | 2024
La plantilla de Atunlo O Grove denunció ayer que en los últimos meses la empresa está usando “perversamente” su sistema de medición de la productividad porque, si bien nació para premiar, afirman que ahora lo dirige a castigarles de manera generalizada por bajo rendimiento, con sanciones e incluso despidos. De hecho, el día 13 iniciarán una serie de movilizaciones porque aseguran vivir una situación de “maltrato e presión” que mantiene de baja a medio centenar de trabajadores de los 140.
Así lo denunció ayer el comité de empresa con la CIG explicando que los operarios que han ido recurriendo estas sanciones ante la justicia han ganado. De hecho, antes de llegar a este punto, y tal y como recomendaba la propia autoridad judicial en aras de mantener la paz social, se intentó “todo o posible” por la vía del diálogo y la negociación, pero sin éxito, según la asesora legal del sindicato, Mar Vila. Junto a los delegados de personal relató que la herramienta implantada en 2018, funcionaba de manera “positiva”, midiendo los tiempos de limpieza de los lomos de pescado para premiar y dar un plus de productividad en las nóminas de las más rápidas. Pero, para su “sorpresa”, a finales de 2020 se empezó a usar “perversamente, como ferramenta de control e unha trampa para castigar”.
Primero llegaron cartas de advertencia, luego las sanciones, de hasta tres días de empleo y sueldo, y hasta hubo entre cuatro y cinco despidos en abril, algunos ya recurridos. Según Vila, entorno a un 20 % de la plantilla sufre esta situación y el argumento utilizado por Atunlo es que hay un “baixo rendemento voluntario” que niegan. “Son profesionais que dan o mellor de si, que levan moitos anos e, de feito, a maioría das sancionadas cobraban esa prima nos meses anteriores, pero as tratan como vagas. Puntualmente calquera podemos ter un día malo”, declaró Vila.
La asesora explicó que a la vista de las sentencias desfavorables y la insistencia del comité, la empresa les trasladó que revisaría la situación, pero no sucedió e incluso “aumentaron as sancións”. El único cambio que detectaron, según denuncian, es que cambió de modelo en las cartas y, sospechan, que con el objetivo de “ganar” los recursos judiciales pendientes de resolución.
Vila indicó que ni el juez ni la plantilla ponen en duda el sistema, pero su indebida utilización supone un “trato inhumano” y genera “un agobio e estrés” a los trabajadores que, aseguran, ya se traduce en bajas laborales. Los delegados las cifran en medio centenar, lo que supone entre un 30 y un 40 % de plantilla.
Es por ello que el próximo día 13 harán un paro a las puertas de la factoría, en O Grove, y están dispuestos a continuar con otro tipo de protestas. La asesora sindical también animó a los sancionados a recurrir y ofreció los servicios de CIG porque además Atunlo “está usando o procedemento sancionador de maneira desproporcionada cando é unha ferramenta excepcional, e o din os xuízes”.
Desde la central muestran su asombro también por esta política pues “o mal ambiente e o desgaste que xera tamén afecta ao rendemento. Isto non nos leva a bo porto e ademais nun sector que durante a pandemia produciu ao 200 %”.
