Demandan una línea de transporte para ir a terapia post-ictus en Vigo

Una familia de Vilagarcía recoge firmas para que su padre, Ramiro Escobar, pueda recibir tratamiento para recuperarse de un ictus. En la comarca de O Salnés no existen centros para hacer terapia, por lo que tendrían que desplazarse a Vigo o a Santiago.

En una campaña iniciada a través de change.org, las hijas explican que carecen de medios. “Sabemos que existe en Vigo, un centro especializado para personas que han sufrido un ictus, para el que podría tener plaza, pero no disponemos de transporte para poder llevarlo y traerlo cada día. Tampoco puede ir él solo en un transporte público como os podéis imaginar”, explican en la página de la petición, que ya cuenta con más de 53.000 firmas de apoyo a la iniciativa.

La familia reconoce que lo ideal sería que existiese un centro de este tipo en la comarca de O Salnés, pero mientras no se pone en marcha reclaman a la administración autonómica que ponga una ruta de transporte para que su padre pueda recibir tratamiento.

Inciden en que el centro situado en la ciudad olívica atiende a 115 personas del área sanitaria de Vigo, desde O Morrazo hasta Marín. “Algunas de ellas disponen de hasta once rutas y once furgonetas que recorren diariamente cientos de kilómetros para recoger a esos pacientes en sus domicilios y llevarlos al centro pero, de momento, ninguna de esas rutas cubre Vilagarcía”, explican las hijas de Ramiro Escobar.

Fuertes dolores

En este caso, el vilagarciano sufrió un ictus en 2017, cuando lo estaban operando de una rotura de la vena aorta. La hija explica que su padre pasó de ser una persona muy activa “a estar postrado en una cama casi las 24 horas del día, viviendo con unos dolores inimaginables a causa de las secuelas posteriores”. Por ello, la familia defiende que lo que necesita es estar en un centro y socializar, al mismo tiempo que recibe tratamientos de fisioterapia, psicología y terapia ocupacional, “donde entretenerse y a la vez ejercitar todas sus capacidades”. Inciden en que, en la actualidad, su dolor es neuronal. “A veces tiene momentos en los que está totalmente desorientado, pierde la noción del tiempo o pierde el equilibrio”, describen. Sin embargo, en otras ocasiones “puede mantener una conversación perfectamente normal”. Por ello, reclaman ayuda profesional.