RIVEIRA - La Policía Local vive uno de sus momentos más delicados al faltar un tercio de efectivos de su plantilla

RIVEIRA - La Policía Local vive uno de sus momentos más delicados al faltar un tercio de efectivos de su plantilla
La Policía Local de Riveira se encuentra muy mermada de efectivos CHECHU RÍO

La Policía Local de Riveira podría estar atravesando uno de los momentos más difíciles en lo que a numero de efectivos en activo, pues faltan 8 agentes de una plantilla de 25 profesionales, por lo que sólo quedan 17 para el servicio. El problema no viene derivado de que haya bajas de mayor o menor duración por motivos médicos o similares, sino por una serie de circunstancias especiales que hacen que quede muy mermado de personal para realizar las labores que le son propias. Por el momento, no se tuvo que optar por suprimir la realización de turnos, pero en algún caso llega a haber un solo policía de guardia. Además, aunque se llegue a completar la pareja, consideran que resulta, a todas luces, insuficiente para atender los servicios para los que se reclama su intervención.
En la madrugada del pasado domingo fue necesario que pidieran el refuerzo de una patrulla de la Policía Nacional para poden atender en condiciones un accidente en el que el conductor novel sextuplicó la tasa máxima de alcohol permitida y el copiloto salió despedido del vehículo, además de que el auxiliar que formaba parte de la pareja de la Policía Local riveirense, que trató de evitar una discusión, resultó herido al recibir un puñetazo en la nariz, sufriendo su fractura. Esta semana ya hubo turnos en que hubo una patrulla de servicio, que al tener que salir a la calle, cerró la base policial, que fue como se la encontraron algunos vecinos que acudieron in situ a solicitar sus servicios.
Las causas motivan las referidas ocho ausencias para el servicio son variadas: uno de ellos es el jefe, otro es un agente se dedica a impartir clases de Educación Vial y un tercero -está a punto de jubilarse- ejerce de encargado de señalización viaria; hay uno en excedencia y presentó su solicitud de ingreso en comisión de servicio en A Coruña. Esta última situación es en la que se encuentra otro policía y está por un periodo de un año ampliable. Hay otro que regresó a su plaza original en Rianxo, pero aseguran que la que tiene en Riveira no se puede ocupar debido a la ley de movilidad. A ellos hay que añadir que hay un caso de un agente al que se le concedió la segunda actividad por motivos físicos, mientras que otro tiene solicitado lo mismo por igual motivo.
De los diez auxiliares que comenzaron a trabajar este verano por un periodo de seis meses hay siete que ya concluyeron su contrato, que si mantienen hasta final de año los otros tres por el simple hecho de haber comenzado más tarde.
Ello permite que la situación no sea tan precaria, pero uno de ellos se encuentra de baja tras la referida fractura del tabique nasal, por lo que sólo quedan dos. Cabe recordar que desde el Ejecutivo ya indicaron en ocasiones anteriores que se iban a sacar a concurso varias plazas -unas veces era un número y otras resultaba ser otro-, pero por lo de ahora parece que no se ha movido ficha en sentido alguno, por lo que se mantienen o agravan de una manera significativa todas esas carencias.

LA SITUACIÓN EN OTRAS LOCALIDADES
El único pueblo barbanzano que no vio mermada de forma considerable sus efectivos policiales es Boiro. De hecho, en las demás plantillas de la zona se ensalza la labor preventiva que hacen sus compañeros boirenses con controles de alcoholemia y drogas, además de documentación y otros aspectos. A este respecto, agentes de los otros tres concellos consideran que son necesarios y resultan efectivo para rebajar la siniestralidad. Pero, en los casos de A Pobra y Rianxo señalan que no disponen de efectivos suficientes para ello y que hay noche que no hacen turnos.

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