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domingo | 12 mayo | 2024
Pese a que los problemas de los malos olores procedentes del nuevo sistema de saneamiento que se puso en marcha en Riveira, en periodo de pruebas, se remontan al pasado mes de agosto, es en las últimas semanas cuando un colectivo de afectados se empezó a movilizar. Ayer acudió una representación de damnificados al Concello para presentar por registro 1.200 escritos en los que se demanda que se adopten las medidas necesarias para restaurar “una paz social rota y perturbada de forma inexplicable por la actuación de diferentes agentes, tanto públicos como privados”.
A este respecto, consideran necesario y urgente el cese inmediato de vertidos de sustancias tóxicas por parte de los responsables de la EDAR, así como la sucesión de emisiones de gases “exageradamente tóxicos”, así como la restitución de los bienes dañados como consecuencia de la instalación de los correspondientes colectores. Una madre mostró ayer un informe de un neumólogo en el que se refiere a que su hija viene sufriendo desde septiembre un incremento de los síntomas bronquiales, al que ella precisa que coincide con el aumento de las emanaciones de gases y olores del sistema de alcantarillado, que tiene documentado.
Del mismo modo, se quejan del silencio absoluto por parte de la promoción de la obra de la EDAR en relación al desarrollo, ejecución y puesta en funcionamiento de la instalación, y a las reclamaciones llevadas a cabo durante todo este proceso. También hacen referencia a la responsabilidad civil de la construcción y del funcionamiento y mantenimiento, pues en el año que casi ha transcurrido desde el final de la obra aún no han resuelto sus reclamaciones por daños. Denuncian los trastornos que les causa y la falta de respecto al medio ambiente y a la legalidad. Desde el Concello se está a la espera de conocer el resultado de informes encargados hace semanas sobre la situación.
