Cuando el dinero impide cumplir un sueño olímpico

Cuando el dinero impide cumplir un sueño olímpico
El cuntiense Ángel Torres con su tabla de snowboard |Cedida

La vida del joven Ángel Torres, de 27 años, sufrió un gran cambio cuando el pasado abril de 2023, en un accidente laboral, perdió una pierna. Desde entonces, el cuntiense ha encontrado en el snowboard una forma de llevar su nueva vida. A los siete meses del fatídico accidente recibió la prótesis para caminar, y tan solo un mes después ya estaba realizando el deporte por el que lucha a día de hoy. 


“A los ocho meses estaba viendo que cosas podía hacer. El snow antes lo tenía como hobbie, no era un profesional, pero hice las pruebas para Promesas Paralímpicas y las pasé”, señala el deportista. Un momento muy emocionante que volvió a cambiar su vida. “Para mi lo más importante fue la salida que me dio este deporte. No sabía que hacer con mi vida, y todos me decían que no iba a poder practicarlo, que tendría que calmarme, pero en mi mente no estaba la opción de quedarme quieto. Antes era buzo y siempre me gustaron los deportes extremos, si algo tenía claro es que no me veía trabajando en una oficina”.

 

El reto de competir


El pasado mes de noviembre, Torres empezaría a competir, logrando unos resultados asombrosos al considerar el poco tiempo que lleva con ritmo de competición. Actualmente se encuentra en Alemania, en la disputa de las carreras que restan de la Copa de Europa, y en las dos que ya se han llevado a cabo, lograba un sexto y séptimo puesto entre 24 participantes. 


Durante esta semana también visitará Italia para disputar dos carreras y cerrar así la temporada de Copa de Europa. Asimismo, el cuntiense también disputó dos carreras de la Copa de España, en las que consiguió el segundo puesto entre ocho participantes. Ahora, Ángel Torres se enfrenta a un nuevo reto, conseguir una prótesis para competir. “La que uso para caminar no tiene amortiguadores, al contrario, te impulsa porque está hecha para que el pie rebote, y eso provoca caídas que pueden ser muy peligrosas, teniendo en cuenta la velocidad a la que se va en las pistas". 


En un bache ya la puedes rajar de arriba a abajo”. Por ello, el deportista se encuentra realizando un “gofundme” (crowdfunding basado en donaciones) para lograr los casi 10.000 euros que puede llegar a costar la prótesis, necesaria para obtener buenos resultados y competir en igualdad de condiciones con los demás.

Angel Torres Snowboard
Ángel Torres en un entrenamiento de snowboard | Cedida


Por el momento, ya ha podido comprar la parte del pie, hasta el tobillo, con un coste de 3.500 euros. “El encaje de la pierna mas lo que une con el pie cuesta unos 6.000 euros. Ahora cuando no estoy en las pistas ando con las muletas, ya que mi prótesis se rajó y la pieza antigua me hace muchísimo daño, por lo que solo me la pongo para competir”. El objetivo es llegar a los Juegos Paralímpicos de Italia en 2026, pero antes está la cita con el Mundial en 2025, para lo que está haciendo todo lo que está en su mano, incluyendo que todos los ahorros que poseía, los ha destinado a su crecimiento en el snowboard.  

 

La dificultad para encontrar patrocinadores

El objetivo principan de Ángel Torres cuando lanzó su vídeo pidiendo ayuda para conseguir la prótesis para competir era que alguna empresa apostase por él. Para su sorpresa, se encontró con una avalancha solidaria de personas que realizaron donativos para su causa. “Me sentí raro porque me llegó a escribir gente preguntándome cómo podía hacer para enviarme dinero, y me sentía hasta un poco mal porque esa no era mi idea”, comenta el deportista. Lo cierto es que Torres se encuentra realizando una labor increíble en la que no encuentra a una gran empresa dispuesta a apostar por él. Por el momento, el cuntiense ha conseguido el apoyo de pequeños negocios.

 

Lejos de la familia 

La vida de ángel Torres transcurre entre diferentes Comunidades  Autónomas, e incluso entre diferentes países. Durante la temporada de invierno, se instalan en el pirineo catalán. “Estamos siempre en la nieve, luego por la tarde estamos en el gimnasio”, señala. Lo cierto es que el programa destina multitud de dinero a la formación de los Paralímpicos, facilitándoles nutricionistas, psicólogos deportivos, así como entrenadores y fisios. Del mismo modo, también les pagan las estancias. Durante la temporada de verano, se instalan en Austria o en Francia, por lo que el tiempo que pasa con su familia es muy limitado. “Es un esfuerzo muy grande”, destaca. Asimismo, cuando tiene la oportunidad de volver a Cuntis, realiza ejercicios en casa, impuestos por su preparador físico, para no perder la forma, acudiendo también al gimnasio.
 

Cuando el dinero impide cumplir un sueño olímpico

Te puede interesar