Un deporte para todos

Un deporte para todos

Siempre se ha dicho que para ser deportista de determinadas disciplinas hay que ser “alto”, “delgado” o “fuerte”. Sin embargo, el atletismo es, a ojos de Isidro Fernández, uno de los entrenadores de la base del Atletismo Mazí, “uno de los deportes más inclusivos, porque no hay un estereotipo de persona por el que si no mides o pesas tanto no vas a conseguir nada”. Incluso dentro de las mismas disciplinas hay mucha variedad de complexiones, por lo que “nunca sabes dónde puede estar un talento y eso es parte de lo especial de este deporte. Puedes estar seguro de que, da igual como seas, tendrás una disciplina donde estés cómodo y el tiempo dirá hasta donde llegas”.
Esto es lo que cuentan en las charlas a las que acuden a los colegios y parece que surte efecto. Junto con las escuelas de verano, el Atletismo Mazí ha logrado aumentar las licencias hasta sobrepasar las cien: “Los dos últimos años fueron de mucho crecimiento y ahora nos hemos estabilizado pero sigue habiendo incorporaciones, lo que es muy buena señal”, explica Fernández. El entrenador considera que en este aumento también ha tenido que ver la “moda” del running y la mayor presencia de este deporte en los medios, a través de nombres como el de Ruth Beitia o Bruno Hortelano: “Parece que se está dejando de lado esa idea de que el atletismo es sólo para gente a la que le gusta correr mucho sino que engloba muchas disciplinas”. 
En esa dirección, la de la multidisciplinaridad, es en la que trabajan desde el club: “Procuramos que en las competiciones vayan rotando porque no somos nada partidarios de que repitan constantemente la misma prueba. De hecho llevamos a rajatabla que vayan probando la mayor cantidad posible, tanto en competición como en entrenamientos”. Así, según las edades, prueban desde el cross a la carrera, salto o lanzamiento, “también en función de lo que les va gustando”. Isidro Fernández confiesa que en las edades más tempranas sienten mayor predilección por carreras y saltos porque “los lanzamientos exigen movimientos menos naturales”, pero asegura que “es enriquecedor que, como deportistas, prueben todo y tengan un abanico amplio”.
En cuanto al método de aprendizaje, la expresión clave en el club de Atletismo Mazí es “pasarlo bien”. Los pequeños están organizados por categorías según edades (prebenjamines, benjamines, alevines e infantiles). Fernández explica que el año pasado empezaron con los prebenjamines (desde 5 años) “aunque no es una categoría oficial en la Federación Española, pero cada vez van incluyendo más pruebas para ellos y nos parece una iniciativa buena”. Hasta infantil, los entrenadores tratan de acercar las pruebas de pista a los pequeños, “pero siempre con un toque lúdico. Lo primero que tienen que hacer es pasarlo bien”. La metodología se centra en enseñarles las técnicas básicas “pero siempre dándole ambiente de juego y no estrictamente de entrenamiento para que se enganchen a la vez que aprenden”. 
Hasta alevín, los entrenamientos son de dos horas a la semana (repartidos en dos días) mientras que los infantiles, paso previo a cadetes, más exigente, se ejercitan tres horas semanales. “Ahí ya les enseñamos más en profundidad las distintas disciplinas pero tratando de que no se pierda ese punto de pasarlo bien. Se requiere más de ‘chicha’ y también ellos (12 y 13 años) te piden un poco más”. Disciplina, diversión e inclusión son los ingredientes para que el Mazí siga creando grandes deportistas.

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