El Arosa de los 70 forma de nuevo

En estas fechas suele ser tarea compleja cuadrar calendarios y reunir al grupo de amigos para celebrar las tradicionales comidas de reencuentro veraniego. Sin embargo, la nostalgia de una época dorada y las ganas de volver a estar juntos han sido la fuerza que ha logrado que una quincena de exjugadores del Arosa de los años 70 se hayan visto de nuevo y sentado a la mesa para compartir no solo viandas sino también recuerdos y anécdotas del pasado.
El “responsable” de la quedada es uno de ellos, Javier Toriello, quien comentaba ayer a Diario de Arousa que su idea primigenia era reunir a los exarlequinados que residen actualmente en Vilagarcía, pero la sorpresa fue cuando el plan se le fue de las manos y “se formó este jaleo familiar”, aseguraba satisfecho. “Hace tiempo que queríamos vernos y yo pensaba en hacer algo informal pero fue anotándose gente y han venido desde Santiago, Vigo, o Alicante”, comentaba Toriello.
Así, primero en Vilagarcía y luego en un furancho de Tremoedo se sentó ayer a la mesa este grupo de jugadores del Arosa de los años 74, 75 y 76, la “quinta” que vivió entonces el ascenso a Tercera.
Entre ellos, míticos nombres del equipo vilagarciano de aquella época como Claudio, Pena, Fernando Rey Tapias, Manolo Jiménez, Seijo, Carlos Coira, Javier Núñez, Toubes, Lucho, Celso Couso, Berto Jiménez, Javier Toriello, Penas, Enrique Nartallo, Lezcano, Chenel o Gómez. Todos ellos pertenecientes a una época del Arosa en la que militaba en categoría regional y que culminó con el histórico ascenso de Cangas el 25 de mayo de 1975 tras empatar 0-0 y proclamarse campeones tras una dura pugna con el Compostela.

Voluntad de ir a más
Visto el éxito de convocatoria de esta primera reunión, Toriello ya piensa en la del año que viene y en hacerla a lo grande, “hacer una cosa más seria”. La intención es continuar reuniéndose en próximos años y que esta cita se siga celebrando para recordar una época dorada del Arosa que no solo ellos añoran sino que muchos aficionados también mantienen viva en su memoria. l