El Ribadumia pierde de penalti en el 91 ante un Verín ultradefensivo

Dolorosa derrota para un buen  Ribadumia ayer en A Senra ante el Verín por 2-3. Un gol de penalti de Iago Beceiro en el minuto 91 decidió un encuentro marcado por la lesión del central local Arán.  Todavía no se conoce el alcance de la misma, si bien se trata de un percance grave en la zona de un tobillo. El vigués dejó el campo en el minuto 67 tras chocar con David Soares con 2-1 en el marcador. Fue entonces cuando los locales se quedaron aturdidos y vieron como los ourensanos, ultradefensivos durante más de una hora, se llevaron un premio excesivo.
En la primera parte el Verín levantó un muro con una defensa muy poblada de cinco unidades y tres centrocampistas comprometidos con las labores de contención y presión. El técnico visitante Iván González, que vio el partido desde la grada por sanción, situó en  punta a David Soares y Iago Beceiro, liberados de la disciplina defensiva. El Ribadumia, con un 4-3-3, jugó con paciencia la pelota llevándola de un lado a otro, tratando de encontrar grietas en el muro ourensano. Al equipo de David Sierra le costó mucho generar ocasiones. Incapaz de desbordar por banda, tampoco por dentro tuvo la precisión en el último pase. 
El Verín tuvo el partido controlado desde la defensa, y tras el primer cuarto de hora comenzó a mostrar sus garras en ataque personalizadas en la velocidad y calidad individual de Iago Beceiro, el mejor del partido. El ex del Depor hizo varias galopadas de mérito y a los 25 minutos se sacó un disparo precioso dentro del área que se coló por la escuadra. Un gran gol que reafirmaba más si cabe el plan visitante.
El Ribadumia monopolizó la posesión hasta el descanso, con mucho criterio y Gabi en el eje de la medular como director de orquesta. Pero cerca del área la luz se les apagaba a los arousanos. Aún así tuvieron una excelente ocasión para igualar en el minuto 45. Agus habilitó a Changui dentro del área, pero el veterano delantero se sacó un remate muy inocente antes de sus lamentos.
La segunda parte comenzó con la misma dinámica. El Verín esperó en su campo y el Ribadumia atacó con posesiones largas. Un centro chut de Fran Matos y un disparo lejano de Óscar Río fueron los primeros avisos locales.
En solo tres minutos, del 60 al 63, el Ribadumia volteó el marcador. El empate llegó en una acción individual de Fran Matos, que arrancó en medio campo y se fue con decisión hacia portería. Mario lo derribó nada más entrar en el área. Penalti y tarjeta al capitán visitante. Changui empató desde los once metros. 
El gol caldeó los ánimos en las grada y se vivieron momentos lamentables con un futbolista visitante no convocado como triste protagonista agrediendo a un aficionado local. El episodio no fue a mayores. Aún con la atención en la tangana en la grada, el Ribadumia hizo el 2-1 en un gran pase sobre Agus que definió tras excelente control ante la salida de Diego.
El Verín cambió el plan entonces y realizó doble cambio para pasar a defensa de cuatro y “salir de la cueva”. El partido se abrió y curiosamente salió beneficiado el conjunto ourensano.
La lesión de Arán fue un mazazo para el conjunto de Sierra. El joven Manu Bugallo se estrenó en Tercera sin apenas calentar. A falta de un cuarto Soares empató al rematar de cabeza anticipándose a la zaga local. Los últimos minutos fueron de ida y vuelta con ocasiones en ambas áreas. El Ribadumia rozó el 3-2, pero el tanto llegaría en el otro área con el tiempo cumplido, Iago Beceiro volvió a ser determinante al provocar un penalti que él mismo transformó