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lunes | 13 mayo | 2024
El recibo medio de electricidad experimentó un descenso de casi un 4% en abril con respecto al mes anterior, según datos de la calculadora Lumios de Red Eléctrica de España (REE). Esta caída se suma a las experimentadas en el recibo medio en los meses de enero (10,6%), febrero (6,5%) y marzo (0,4%), según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Esta evolución de precios corresponde a un consumidor medio similar al utilizado por el Ministerio de Industria en sus cálculos, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora, propia de una familia con dos hijos.
En abril, este consumidor medio pagó un total de 53,39 euros por el recibo de la luz, frente a los 55,55 euros en marzo. En este cálculo, se toman como referencia los 30 últimos días de marzo, para poder realizar una comparación homogénea con los 30 días de abril.
Los 53,39 euros de abril incluyen 14,7 euros por el término de potencia y 27,67 euros por el término de energía, de los que 14,09 euros proceden de los peajes de acceso y 13,58 euros, del coste de energía. Al término fijo de potencia y al de energía, cuyo importe conjunto asciende a 42,37 euros, se han de sumar 8,9 euros por el IVA del 21 por ciento y 2,12 euros por los impuestos eléctricos.
Por otro lado, esta semana, el presidente de Endesa, Borja Prado, afirmó que es “necesario” rediseñar los criterios de reparto del bono social y darle una vuelta a la tarifa eléctrica para que “responda a los costes reales del suministro”.
En su discurso en la junta general de accionistas, Prado señaló que es necesario este rediseño para que el descuento del 25% que se ofrece sobre el total de la factura eléctrica sea percibido por los hogares con unos niveles de renta mínimos, evitando así que lo reciban “otros clientes que no se encuentran en situación crítica”. Así, aseguró que un diseño del bono social permitiría que la ayuda fuera “más eficaz” y que se liberaran recursos económicos para otros tipos de ayudas, “que podrían incluir el pago completo de las facturas de los hogares identificados por los servicios sociales como insolventes”.
A este respecto, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, insistió en que este rediseño del bono social, que cuenta actualmente con unos 2,4 millones de acogidos, permitiría asignar los recursos a financiar un fondo “claramente centrado” en asegurar el suministro en las familias que no pueden pagar la factura eléctrica, “ni siquiera con un descuento, y que sean identificadas como tales por los servicios asistenciales de los ayuntamientos.
Bogas subrayó que Endesa “no corta la luz absolutamente a nadie” que los servicios sociales identifiquen como una persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad energética.
