9º-15º
viernes | 26 abril | 2024
Patricios, gladiadores, héroes, celtas, romanos y castrexos celebraron este fin de semana el Arde Lucus en una ciudad que, de nuevo, retrocedió en la máquina del tiempo más de dos mil años, una estampa que fue visible en sus calles, que “ardieron”.
La decimosexta edición de esta celebración, que evoca el pasado romano de la ciudad de Lugo y que en esta ocasión estrenaba su distintivo como Fiesta de Interés Turístico Nacional, contó con una programación formada por más de 300 actividades con la que el Ayuntamiento esperaba atraer a más de 600.000 personas.
Algunas de las propuestas fueron las ya clásicas, como el circo romano, la lucha de gladiadores, el macellum –o mercado–, las batallas entre romanos y castrexos, la constitución del Senado o los desfiles de tropas por las calles de la ciudad. Y, en total, unas cuarenta actividades fueron novedosas.
Como viene siendo habitual, la organización acuñó dos monedas, una castrexa y otra romana, que los participantes en la fiesta podían guardar de recuerdo, pero también usarlas como dinero de curso legal para pagar sus consumiciones en los locales de hostelería que colaboraban con la organización.
Además, participaron un total de 44 asociaciones de recreación histórica, seis más que en la pasada edición; la mayoría de la propia ciudad, pero también de otros lugares de España e incluso de países extranjeros, como Rumanía o Portugal.
El presupuesto destinado a la fiesta asciende a 260.000 euros, pero el Ayuntamiento calcula que el retorno económico puede llegar a los 12 millones de euros.El presidente de la Asociación de Hosteleros de Lugo, José Real, confirmó el pasado viernes que la ocupación hotelera iba a rozar el 100% durante el fin de semana y eso, a pesar de que mucha gente opta por quedarse en establecimientos de los alrededores de la ciudad e incluso de municipios limítrofes.
En cualquier caso, el presidente de los hosteleros opina que valorar el Arde Lucus solo en relación con la ocupación hotelera sería quedarse muy cortos, “porque el flujo de visitantes” es “muy superior a la propia oferta” de plazas de alojamiento en la ciudad.
“La ciudad se llena durante dos días con miles de personas” y mucha gente recurre para quedarse en la ciudad en “casas de amigos y familiares”, aclaró.
En cuanto a la seguridad, la Policía Local de
Lugo tenía a 84 agentes operativos durante las fiestas, gracias a los refuerzos excepcionales programados por el Ayuntamiento, mientras que el Cuerpo Nacional de Policía dobló el número de efectivos que vigilaban la ciudad durante las noches.
