O Barbanza inicia su renovación pastoral creando sus primeras unidades parroquiales en Ribeira y Boiro

La Diócesis de Santiago de Compostela ha iniciado su renovación pastoral en la comarca barbanzana con la constitución de sus dos primeras unidades en Ribeira y Boiro, agrupando en la primera a las parroquias de Santa Uxía, Aguiño, Artes, Olveira, Oleiros y Corrubedo, siendo sus sacerdotes Alfonso Mera -moderador-, Sylvestre Marcel Ndongo y Sidonio Alves; mientras que la segunda está conformada por las de Santa Baia, Macenda, Cures, Abanqueiro, Castro-Cabo de Cruz, Cespón y Bealo, con un equipo sacerdotal moderado por Juan José Bermúdez, que se incorporó recientemente, junto a Marcelino Barros y Juan Carlos Mariño.
 

Desde el Arzobispado compostelano se señala que las unidades pastorales que están naciendo en O Barbanza necesitan tiempo, pues se trata de una nueva forma pastoral que precisan de un gran esfuerzo de adaptación, así como renuncias y sacrificios. “Hoxe é imposible que en cada parroquia haxa un cura, unha eucaristía dominical, unha catequese, un grupo de Cáritas, polo que é necesario integrarse, o que significa traballo en equipo e en rede, corresponsabilidade, establecer novos vencellos e buscar horizontes máis amplos”, señalan desde la Diócesis de Santiago, que añade que “aquí hai futuro”. 

Por su parte, el arzobispo, Francisco José Prieto, agradeció la generosidad y disponibilidad de los integrantes de los nuevos equipos sacerdotales, así como el trabajo de los demás pastores que continúan realizando su labor en la comarca y, especialmente, los que finalizan ahora su servicio, como Rogelio Freijo y Carlos Julio Cárdenas. “Tamén testemuñar a miña gratitude á adicación de tantos segrares que entregan boa parte do seu tempo en servizo aos seus irmáns na parroquia e na vida familiar, social e laboral, asó como a significativa presenza das comunidades relixiosas que tan ben están a facer nesta fermosa bisbarra”, dijo Prieto. 

Sínodo

Desde la Diócesis de Santiago de Compostela recuerdan que entre los ños 2012 y 2016 celebró un sínodo consistente en un proceso consultivo en el que se convocó a todas las comunidades a reflexionaar sobre el presente de la Iglesia y la renovación de su impulso evangelizador. Entre sus conclusiones, que fueron acogidas por el entonces arzobispo compostelano Julián Barrio, figuraba una renovación de las estructuras pastorales diocesanas, "adaptándoas a un tempo novo, ante o reto de evanxelizar nun entorno social e cultural plural e dun compromiso coa nosa sociedade galega"; y una de esas propuestas fue la constitución de unidades pastorales (UPA), que son una comunidad de comunidades, una agrupación de varias parroquias "que camiñan xuntas, respostando ós desafíos pastorais dun tempo novo. Unha parroquia soa difícilmente pode atender ás novas necesidades da catequese, da formación de adultos, do compromiso social…", señalaron desde la diócesis compostelana. 

Igualmente, señalan que el Papa Francisco está invitando a toda la Iglesia a reflexionar sobre su sinodalidad: "a Igrexa é comuñón, é familia de familias, casa aberta onde a diversidade humana se reúne nunha mesma fe, reflexo da Trinidade, Deus, Pai, Fillo e Espírito Santo. Unha UPA está chamada a expresar no medio concreto esta comuñón e este compartir os dons da fe: equipos sacerdotais, corresponsabilidade laical, os carismas da vida relixiosa…". Respecto a O Barbanza señala que es una comarca de "rica vida relixiosa", y que cuenta con dinamismo social y demográfico. "Hai unha rica tradición de catequese, de confrarías e relixiosidade popular, de voluntariado de Cáritas, de presenza de comunidades relixiosas. O noso arcebispo desexa realizar unha forte aposta pastoral neste territorio, acollendo e impulsando toda esta realidade", puntualizó.

Robo en Cures 
Por otro lado, la iglesia parroquial de Cures fue escenario de la sustracción de media docena de cadenas de oro y una medalla que portaban las imágenes de las vírgenes de Los Dolores, Carmen y Santa Rita. Para acceder al templo, los ladrones rompieron la puerta, revolvieron todo y se llevaron el referido botín, además de una llave inglesa. Una mujer que acudió al cementerio alertó de lo sucedido al ver los daños en la puerta y el párroco, Marcelino Barros, ya denunció los hechos en el cuartel boirense de la Guardia Civil, cuyo equipo de investigadores ya acudió al lugar de los hechos para realizar una inspección de la escena del robo con fuerza y tomar fotografías del mismo. Además, un carpintero reparó la puerta reventada, reforzándola, y de ese modo poner mñás trabas a los amigos de lo ajeno que, con anterioridad, ya acudieron a ese mismo templo y se llevaron una corona de la Virgen de las Nieves, que está datada en el siglo VIII y que incluía rubís y zafiros, y de la que aparecieron "algunas migajas" en Madrid. Cabe recordar entonces se detectó a una banda criminal que despiezaba elementos de valor de ese mismo tipo para ponerlos a la venta.