Aldana y Sara se unen para demostrar que la moda también es todo un arte

Una joven de Cambados y otra de Vilagarcía inauguran una exposición este lunes en la galería Musart de Pontevedra
Aldana y Sara se unen para demostrar que la moda también es todo un arte
Sara Parada (izq.) y Aldana Fernández (dcha.) con algunos diseños de la cambadesa | GONZALO SALGADO

A Sara y Aldana les une una historia que es el pasto perfecto para una producción de plataforma de streaming: amigas desde los cinco años, mal avenidas al principio, pero unidas por este lazo tras un día inolvidable en la playa, luego estudian juntas diseño en la Mestre Mateo y la pandemia se cruza en su camino. Pero su historia es la vida real de dos jóvenes mujeres de 27 años con potencial, tratando de abrirse camino en una carrera profesional y en esta ocasión, de la mano, sí, porque también hay mucha verdad en esa fraternidad edulcorada de las ficciones. Lo hacen mediante la exposición “El arte en tus manos. Artesanía y moda también deben estar expuestas”, que podrá verse en la galería Musart de Pontevedra entre el próximo lunes y el 2 de mayo. 


El nombre lo dice todo; es la intención de Aldana Fernández, de “revalorizar el proceso creativo que hay detrás de la moda para igualarlo al valor que se le da en disciplinas como la pintura o la escultura a la idea, los materiales, la técnica... Porque al ser una cosa que llevamos todos los días no lo apreciamos igual, pero también hay un todo proceso artístico”, cuenta la propia vilagarciana. 

 

Es un proyecto para la galería donde está realizando prácticas extracurriculares del grado de Historia del Arte que está finalizando y que empezó en el confinamiento, porque su sueño nunca fue diseñar ropa, le gustan más otros ámbitos y la confirmación le llegó cuando estudiaba diseño, con las largas jornadas de aguja e hilo, de deshacer y volver a empezar... La misma reacción provocó en  Sara Parada, que directamente “o odiaba”. Ella es la protagonista de esta exposición que recorre las bambalinas de su marca de bolsos artesana y sostenible a través de la muestra de patronajes, restos de telas, fotografías y modelos. 

 

En su caso, la pandemia le pilló de vuelta a casa y sin nada que hacer, así que juntó todos los retales acumulados durante los años en la Mestre Mateo y se puso a diseñar su complemento preferido. “Ao principio era o típico que lle regalas a unha amiga, a una veciña, pero gustaron e a xente empezou a preguntar se os vendía”, así rememora sus inicios. Nunca pensó en tener su propio negocio, veía su futuro como diseñadora en Inditex u otra compañía, pero la reconciliación llegó con sus prácticas en un taller de alta costura de Arzúa: “Alí collín o amor por coser”. 

 

A xente non valora todo o que hai detrás e dinche o mítico: ‘A ver a quen llo vendes, é carísimo”, lamenta la diseñadora 


Cuando su amiga de la infancia le propuso ser su “conejillo de indias” le pareció buena idea porque Sara sufre lo que Aldana quiere visibilizar: “A xente non valora todo o que hai detrás e dinche o mítico de, ‘a ese prezo a ver a quen llo vendes, é carísimo’. Pero o que máis rabia me dá é cando deixan de responder as mensaxes tras coñecer o prezo. Ver aí o tic de lido...”, explica la joven cambadesa, cuyas creaciones parten de los 45 euros, en función del tamaño y el material. Entiende que “estamos acostumados a comprar en tendas a prezos razoablemente baratos”, pero no comparte la pretensión de poseer piezas originales y artesanas alejadas de la producción en cadena sin pagar el trabajo. “Non podo cobrar só polo materiais”, sentencia la artista autónoma. 


Aún así, hay quien reconoce su talento. Le está yendo “bastante ben” y mantiene la ilusión,  la cual alimenta sobre todo cuando hay feedback con sus clientes: “Encántame ver as reaccións da xente cando lles gusta porque son moi esixente”, reconoce. 


Sus diseños, en los que sigue reutilizando prendas olvidadas en el armario, dándoles una segunda vida, también han llamado la atención de los grandes, como la cadena Krack, con la que realizó una colaboración el año pasado, pero también de tiendas en A Coruña interesadas, aunque Parada reconoce que las redes sociales son una parte fundamental en su visibilización.

 

Tener que partir

Por su parte, cuando acabe la etapa en la galería, Aldana seguirá con su Trabajo de Final de Grado sobre el arte en los espacios públicos durante la dictadura argentina, su país de origen, y después quiere seguir estudiando. Ha pedido un máster de universidades de Madrid con el Museo Reina Sofía, así que seguramente se tenga que ir de Galicia y “no quiero, pero aquí no hay para historiadores del arte”, lamenta. 

 

 

Aldana y Sara se unen para demostrar que la moda también es todo un arte

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