La Cofradía de Cambados ha tenido que entrar en un Expediente de Regulación de Empleo de reducción de jornada y ayer celebró una asamblea para informar a los socios del estado de cuentas de la entidad. La declaración del ERE ya demuestra que la situación no es buena y ayer se informó de que 2012 se cerró con una caída en la facturación de 107.000 euros. Los propios sindicatos que negociaron la reducción de cuatro horas de trabajo y salarios que se aplicará a la plantilla, indicaban hace unos días que la situación financiera es difícil y es preciso tomar medidas para ahorrar. Sin embargo, en la reunión de ayer también se pusieron sobre la mesa otros asuntos que preocupan a los socios.
Algunos de los miembros presentes en la asamblea relataron que un grupo de mariscadoras expresó su preocupación respecto al Saco de Fefiñáns y pidieron información sobre el proyecto que ejecutará la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas para erradicar los vertidos ante el temor de que el saneamiento prometido no llegue nunca. De hecho, la instalación de la compuerta que regulará la entrada del agua no les preocupa en tanta medida pero sí que se ponga en funcionamiento antes de eliminar la contaminación y así se lo transmitieron a la directiva.
compromiso en pie
Existe el compromiso del Concello y de la Xunta de que esto no sucederá, de que el sistema hidráulico será controlado por el pósito y que únicamente se usará cuando las aguas tengan la calidad óptima para volver a poder extraer marisco del Saco. Además de que sus representantes han dicho por activa y por pasiva que será así aunque ambas obras se ejecuten de manera paralela. El propio alcalde, Luis Aragunde, mantuvo recientemente una reunión con mariscadoras insistiendo en esta promesa. Pero lo cierto, es que, por ahora, solo se ha adjudicado el proyecto de la compuerta y no hay noticias de la primera fase de saneamiento que, según los últimos anuncios de la administración, empezaría en estos meses.
El BNG ha puso de manifiesto en más de una ocasión esta preocupación. De hecho, ha solicitado una reunión con la directiva de la Agrupación de Mariscadoras de A pie para abordar la situación y ha iniciado una campaña que, entre otras cosas, pasa por pedir en el Parlamento que la Xunta anule la obra de la compuerta y destine la inversión a terminar con los vertidos.
El punto en el que coinciden nacionalistas y trabajadoras como las que ayer pidieron información en la asamblea, es que la situación del Saco van empeorando.
El estuario quedó cerrado a la extracción en 2010 (se declaró zona C) pero una parte logró mantener la calificación B –la de los tubos– lo que les permitía dejar descansar el banco de O Sarrido. Sin embargo, la contaminación le alcanzó y hace una semanas perdió esta consideración, restando una zona más de trabajo a la agrupación, compuesta por más de 200 socios, en su mayoría mujeres.