Aunque el pacto entre PSOE y BNG parece probable en A Illa, el líder de la lista más votada, Matías Cañón, ha tomado la iniciativa para intentar liderar el próximo gobierno municipal. El conservador hace valer su condición de lista más votada con holgura y su peculiar situación frente al PP, que le dio la espalda, para ofrecer vías de diálogo y posible negociación tanto con el PSOE como con el BNG.
“Estamos abertos a negociación con calquera das dúas forzas minoritarias”, declara Cañón, que recuerda que “o pobo falou e deixou de manifesto, de maneira clara, que confía no noso grupo”. Su lista obtuvo cinco concejales, frente a los tres del PSOE y otros tres del BNG. “Por ese motivo, debemos buscar a maneira de que os veciños sexan correspondidos, pola confianza que depositaron en nós”.
Cañón convierte en ventaja lo que a priori era un problema para él: Que el PP lo haya apartado del partido, tras divulgarse ahora su condena de 2011 por maltrato a una expareja. Es consciente, y hace valer, su “situación personal”, “na que probablemente teña que tomar posesión da miña acta de concelleiro de maneira independente do Partido Popular”. El no formar parte de estas siglas podría facilitar, de algún modo, un hipotético acercamiento a alguno de los dos grupos de izquierdas. Matías Cañón tendría garantizados de antemano cinco votos en la investidura: El suyo propio y el de los otros cuatro compañeros de su lista elegidos concejales que, aunque le dan su apoyo, siguen amparados por el Partido Popular, tal y como aclaró el propio Alfonso Rueda.
Un único voto a mayores de alguno de los concejales de PSOE o BNG bastaría para investirlo alcalde. Algo, no obstante, que se antoja difícil, como él mismo reconoce: “Sendo consciente e consecuente co acontecido, e dados os precedentes de anteriores mandatos, é problable que PSOE e BNG busquen achegar as súas posturas para tratar de facerse cargo do Concello”. Ambas fuerzas, de hecho, se han emplazado ya a negociaciones. Pero Matías Cañón insiste en el mensaje, aumentando la presión: “A situación é que o pobo elixiunos como o grupo indicado para gobernar no noso Concello”.
En el PSOE, el alcaldable Luis Arosa lee la situación en otros términos: “As forzas maioritarias son as de esquerdas”, ya que, juntas, suman la mayoría absoluta de seis ediles. “Somos un partido de esquerdas e imos falar as esquerdas”, resumió dejando poco margen a un posible diálogo con la lista conservadora, asegurando que no hubo más contactos con esta desde la llamada del domingo a la noche para felicitar el resultado a Cañón.
Desde el BNG, Manuel Suárez confirmó que Cañón lo telefoneó ayer comunicándole el interés en “falar con todos”. El nacionalista le trasladó que ante tal solicitud, él trasladaría esta al grupo del Bloque y que se le respondería con la decisión de si se accedía a conversaciones o no. Suárez tampoco tiene muy claro “en calidade de que nos convocaba”. Aunque “polo comunicado que fixeron público, el di que como independente”, también se indica que su grupo —el resto de populares— lo respalda, por lo que la situación no parece del todo definida.
El Bloque se reunió en asamblea el lunes para analizar los resultados y comenzar a pensar en las negociaciones. De momento, ni PSOE ni Bloque tienen fecha para iniciar las conversaciones. Los segundos podrían esperar un tiempo prudencial a que el PSOE tome la iniciativa, como así fue en la noche electoral.